Gonzalo Suárez: «Peckinpah era un hombre muy perdido, ahora el feminismo se hubiera metido con él»

Al repasar la trayectoria profesional de Gonzalo Suárez (Oviedo, 1934), el retrato que se dibuja del director, productor, guionista, escritor, periodista... y hasta boxeador es el de un hombre del renacimiento. Pero al profundizar en su obra, se descubre un salto en el tiempo hasta la época de los impresionistas. «En mi cine, la emoción no está en el tema, es como un campo de trigo de Van Gogh donde la emoción reside más en la pincelada que en el cuadro», resumía ayer el cineasta en una de las elegantes salas del Palacio de Santoña donde celebró que Egeda le haya concedido su medalla de oro.Un reconocimiento que recogerá en la gala de los premios Forqué el próximo 11 de enero. A sus 85 años, a Suárez se le acumulan los homenajes a toda su carrera, pero por su cabeza la retirada no es ni quiera una opción. Y como el movimiento se demuestra andando, hace solo unos meses presentó el libro «La musa intrusa» (Random House) y sueña con poder hacer una película más, la que escribió con su amigo Sam Peckinpah, aunque no le dejan los productores. «Me vengaré», soltó en medio de una gran carcajada, antes de ponerse serio: «Si escribo más de la cuenta es porque no tengo la oportunidad de hacer cine. Yo tenía la ilusión de hacer la película que había escrito con Peckinpah, aunque parece que no quieren que la haga yo». Remando al viento Gran conversador, sus respuestas durante el encuentro con la prensa se extendían entre la reflexión filosófica y los recuerdos de juventud. «El cine es un intento inútil de detener el tiempo, que es el gran inasible protagonista de esta historia. Pero se venga y no te deja tiempo para hacer todo lo que te queda por hacer», lamentaba el creador, que tuvo unas palabras para su viejo amigo, el hoy admirado Sam Peckinpah. «Era un hombre muy perdido, muy necesitado de amistad. Vivía el mito del wéstern de manera muy intensa. Ahora el feminismo se hubiera metido mucho con él, pero hay que seguir viendo sus películas y las de Woody Allen. Y ver la obra de Caravaggio, aunque fuera un asesino. Y vete a saber Velázquez, si investigamos igual encontrábamos algo», reflexionó. «No justifico la actitud personal del autor, pero sí creo que la obra no puede ser penalizada», sentenció. Atrapar la vida A lo largo de su carrera como director, guionista y productor,GonzaloSuárez ha firmado 25 películas, quizá porque, como aseguró, «con una película se está más cerca de capturar la vida». Títulos como «Ditirambo», «Aoom», «Parranda», «Epílogo», «Remando al viento» (Goya a mejor director), «Don Juan de los infiernos», «La reina anónima», «El detective y la muerte»... «Gonzalo Suárez es uno de los mayores exponentes de nuestro cine, dentro y fuera de nuestras fronteras», afirmó Enrique Cerezo, presidente de Egeda. «Nunca he buscado un premio, y por eso los he agradecido. Este es especial por inesperado», devolvió la gratitud el homenajeado, que considera que «hay una inflación de películas». «Se hacen más que nunca, pero es una paradoja porque ya no tienen la emoción de antaño. Ahora la promoción te la cuenta», lamentó el cineasta, cuyos trabajos han recorrido algunos de los festivales más importantes del mundo, desde Cannes, a Berlín, pasando por París o San Sebastián, donde obtuvo la Concha de Plata como mejor director por «Remando al viento», en la que dirigió a Hugh Grant y Elizabeth Hurley.