Cornada de 25 cm de Macías en un denso desafío
Comenzaba el primer desafío ganadero de septiembre con los hierros de Rehuelga y Pallarés dibujados en la arena. En el recuerdo también estaba el de El Montecillo, propiedad del ganadero Paco Medina, fallecido ayer. Tras un deslucido tercio de varas en el que se puso al toro de largo, destacaron los pares de los subalternos de Macías. El mexicano comenzó la faena de muleta con ayudados por bajo y siguió con tandas de gran ligazón y temple, pero el toro no mostró cualidades para que la faena fuese a más. Cuando parecía que estaba todo dicho, el toro sorprendió a Macías en una arrancada y lo levantó por el muslo, obligándole a entrar en la enfermería. Llevaba una «cornada grave de 25 centímetros en el muslo derecho con destrozo muscular y fractura del cuello del peroné». Oliva Soto tiró de habilidad para estoquear a un animal que se resistió a doblar.
Dos puyazos traseros se llevó el primer Rehuelga, que fue bien banderilleado por la cuadrilla de Dufau. Citaba a larga distancia el francés a un toro que había demostrado movilidad en el segundo tercio pero que le costó romper. La primera tanda fue acelerada, sin tiempo a que Dufau se pudiese colocar, el toro a penas se salía de cada muletazo. Ya en la segunda le cogió el ritmo por el derecho. No se alargó ni lo más mínimo con un toro que tenía más. A las cuatro tandas se fue a por la espada dejando una estocada caída de rápido efecto. Silencio. Dufau intentó remontar una tarde en la que todavía le quedaban dos toros más. Tiró de un oponente que terminó humillando pero al que le faltó transmisión. Al ver que la faena no iba a más se fue a por la espada, dejando una estocada tendida. Saludó. El manso sexto, que acusó la querencia teniendo que ser picado por el que guardaba la puerta, acortó en banderillas. Thomas Dufau cerró la tarde con buenas tandas con la derecha, por donde el toro embestía con mayor largura.