Y los Garza vienen de... Lepe
No existe español sobre la faz de la tierra que desconozca Lepe. Este pequeño municipio de 27 mil personas ubicado al sur de España, en la provincia de Huelva, ha conquistado una fama casi mundial por ser el blanco de todos los chistes del país. En Francia se ríen de los belgas, en latinoamérica de los gallegos y en España de los leperos.
Uno de Lepe va al cine y la muchacha de la taquilla le pregunta:
–Señor, esta es la quinta vez que compra la entrada.
El lepero le contesta :
–Lo sé pero es que ese señor de la puerta me la rompe cada vez.
Y como éste... hasta el infinito. Los chistes de Lepe llenan libros enteros y son a menudo los más usados por los niños debido a su sencillez e ingeniosos juegos de palabras:
–¿Por qué los de Lepe ponen una jarra vacía en el refri?
–Para los invitados que no quieran tomar nada.
¿Y a santo de qué saco a Lepe a colación? Pues porque por estas cosas de la vida el destino quiso que leyendo un libro de la historia de la ciudad de Monterrey me topara con una frase en la que se señalaba que uno de los fundadores de la ciudad, Marcos Alonso de la Garza y del Arcón, judío converso de donde vienen buena parte de los descendientes sefardíes de Monterrey, fuera nacido nada menos que en Lepe. Solo un español criado en España puede entender las infinitas connotaciones que para el imaginario popular tiene ese descubrimiento.
Es un verdadero bombazo que, sin duda, deben desconocer en el pueblo porque si no ya habrían salido al mercado infinitos chistes sobre los Garza o de la Garza regiomontanos. Ser conocedora de que la mitad de San Pedro tiene sus orígenes en el simpático Lepe es impactante. Y es que Marcos Alonso de la Garza se casó, como no podía ser de otra manera, con Juana Treviño y Quintanilla y tuvieron seis hijos. Apuesto a que los hijos se casaron a su vez con algún Maldonado, Zambrano o Sada… y así ubicamos con orígenes en Lepe al 90 por ciento de la ciudad de San Pedro.
Se desconoce la razón por la que en España comenzamos a colocar a un lepero en el centro de todos los chistes. La mayoría de teorías le otorgan el mérito al director de cine y humorista Manuel Summers, padre de David Summers del grupo musical Hombres G. Don Manuel que veraneaba en Lepe descubrió la habilidad de las gentes del pueblo para contar historias con gracia y así lo dio a conocer. De hecho contaba tan bien los chistes de leperos que el pueblo le nombró lepero honorario, incluso colocó una estatua suya en la plaza mayor. Y es que no piensen que los leperos llevan mal este protagonismo. Los chistes de leperos son tan aceptados por la población que un partido político llegó a plantear que fueran declarados Bien de Interés Cultural y protegidos como Patrimonio Inmaterial del Pueblo. Y es que no hay nada más sano que saber reírse de uno mismo.