Escribo desde la playa, en la que paso unos días de vacaciones con mi familia. Desde este lugar y este tiempo detenido, la vida se me comienza a hacer más ligera, menos pesada. Mi cuerpo, que estaba empezando a tomar la forma de mi silla de trabajo, se estira, mi inflamación crónica baja, siento como si mis engranajes volvieran poco a poco a funcionar con normalidad. Camino, me tiro a la bartola, leo, leo, leo. Leo todas las novelas que acumulo durante el año en mi mesita de noche a la espera de un tiempo que nunca llega. Читать дальше...