Los vientos de la guerra soplan contra la infancia
CIUDAD VATICANO, diciembre 25.— Cuando «los vientos de la guerra soplan en nuestro mundo», el papa Francisco hizo una apelación para que terminen los conflictos bélicos que impactan sobre todos los niños.
Un análisis en el sitio digital Common Dreams señaló que en el Día de Navidad, este lunes 25 en la Plaza de San Pedro, en Roma, el Papa se enfocó en el impacto de las guerras, los conflictos y la desigualdad sobre los infantes del planeta.
Francisco reiteró su apoyo a la solución de los dos estados para el conflicto israelo-palestino, el cual fue atizado más aún el pasado 6 de diciembre por la decisión de Trump de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, una determinación que recibió 14 votos de rechazo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero fue anulada la resolución por el veto de Washington.
Estados Unidos volvió a ser condenado el jueves 21 de diciembre por la Asamblea General de la ONU en una resolución que constituye más una sanción moral y política porque no es vinculante.
Common Dreams cita al Sumo Pontífice, quien dijo que los niños «sufren por las crecientes tensiones» en esa región, y expresó su esperanza de que «el diálogo pueda prevalecer entre las partes y que una solución negociada pueda ser alcanzada finalmente, una que pueda llevar a la coexistencia pacífica de los dos estados dentro de las fronteras mutuamente acordadas e internacionalmente reconocidas».
Adicionalmente a este conflicto, el Papa hizo también una apelación a la paz a favor de los niños en Siria, Yemen e Irak, y por todos aquellos atrapados en conflictos en los años recientes.
El sitio digital señala que las muertes de civiles se han incrementado bajo Trump en la lucha de EE. UU. contra el llamado Estado Islámico o ISIS en Irak y en Siria, mientras apoya los golpes aéreos sauditas en Yemen, que han dejado a ese país en el caos, junto a una devastadora epidemia de cólera y un estado cercano a la hambruna para ocho millones de personas.
En ese mensaje conocido como Urbi et Orbi (A la ciudad y al mundo) y frente a una multitud calculada en 40 000 personas, el Papa tambien llamó a la paz y al diálogo en la Península de Corea y en otras partes del mundo.