El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha llamado a los castellano y leoneses a «decidir con responsabilidad» ante la «la nueva etapa política» que se abrirá en 2026, en referencia a las elecciones autonómicas que tendrán lugar en el próximo mes de marzo, para las que también ha pedido «altura de miras y serenidad». «Castilla y León tiene el deber de estar a la altura de su legado y de dar a España lo que tantas veces le ha dado en su historia: estabilidad, sentido de estado y vocación de concordia. Cuando esta tierra se afirma en lo mejor de si misma, España es capaz de caminar segura hacia su destino», ha continuado en su tradicional mensaje de Año Nuevo. Para su intervención, el dirigente regional ha escogido este año el simbólico escenario del Museo de la Evolución Humana, en Burgos, coincidiendo con el décimo quinto aniversario de su apertura y los 25 años del reconocimiento de Atapuerca como Patrimonio de la Humanidad. Un enclave que «es una referencia mundial para estudiar nuestros orígenes», ha recordado el dirigente regional, para quien también este espacio «es un símbolo de continuidad» y el recuerdo de que «una comunidad es presente, pero también memoria, responsabilidad y futuro». Y es que la palabra «responsabilidad» ha sido la más pronunciada por Fernández Mañueco durante la intervención que ha enviado a los medios de comunicación y ha colgado en su perfil de las redes sociales. Su mensaje ha comenzado con un balance del año que termina, 2025, del que ha destacado que ha crecido la economía, «tenemos más gente trabajando que nunca» y «los impuestos más bajos de nuestra historia». Se ha referido también al refuerzo realizado por el Gobierno regional en los servicios públicos y ha recordado que la Comunidad se mantiene líder en educación, servicios sociales y atención a la dependencia, mientras es «la segunda en sanidad». «Nada de lo logrado se explica sin el esfuerzo de todos», ha señalado el presidente, sacando pecho del trabajo realizado por el Gobierno de Castilla y León «aportando estabilidad, gestionando con eficacia y poniendo en marcha medidas que mejoran la vida de la gente». No obstante, ha otorgado más importancia que a «enumerar cifras o medidas» analizar lo que sus políticas significan «en la vida real», como «cuando María Luisa nos cuenta que ha cambiado sufrimiento por esperanza, gracias a la nueva unidad del dolor crónico del centro de saludad de El Ejido en León, o cuando compartimos la ilusión de Fran al impulsar su barbería en Benavente con las ayudas de la Junta en autoempleo, o la de Fani al mantener abierto el bar de Pajares de Adaja en Ávila con el apoyo del Gobierno de Castilla y León, o la de Noelia, que gracias a las ayudas de modernización del campo puede sacar adelante su explotación agrícola en Cavia en Burgos», ha ejemplificado. En un mensaje cargado de positividad, el presidente ha optado por eludir algunos de los episodios negativos por los que será recordado este 2025, como los voraces incendios que asolaron la Comunidad durante el verano, que obligaron a la Junta a poner un importante plan de recuperación para devolver la vida a enclaves tan emblemáticos como Las Médulas en el Bierzo y a dar una vuelta a su política forestal, que ha supuesto que ayer mismo el Consejo de Gobierno diera luz verde a consolidar un dispositivo plenamente operativo durante los doce meses del año y transformar 837 puestos de personal laboral fijo-discontinuo en puestos fijos. Antes de terminar, ya de cara a 2026, el presidente se exhortado a «seguir creciendo, atrayendo talento, creando empleo y haciendo de Castilla y León un lugar con más oportunidades para los jóvenes, con la mejor atención para las personas mayores, donde las familias vivan mejor y donde se puedan construir un proyecto de vida con tranquilidad». Para concluir, ha deseado a todos los castellano y leoneses que el próximo año traiga «salud, esperanza y prosperidad para todos».
