Los avisos del Banco de España
El Banco de España ha advertido en su último informe anual , publicado esta semana, del impacto que tiene el deterioro institucional y la incertidumbre política en la economía española. Según los resultados de las últimas olas de la Encuesta sobre Actividad Empresarial que realiza la entidad, las empresas han percibido en los últimos trimestres un aumento de la incertidumbre sobre la política económica que estaría afectando negativamente a un 58% de las compañías. Este fenómeno se ha convertido en el principal factor que condiciona la actividad de las firmas que operan en España. Este informe es el análisis más completo de la economía española realizado por el que es considerado como el servicio de estudios más competente del país. Además, es el último informe del gobernador Pablo Hernández de Cos, cuyo mandato al frente de la entidad termina el 11 de junio. El mismo parte por reconocer el notable dinamismo exhibido por nuestra economía en los últimos meses y sus perspectivas favorables. Sin embargo, advierte de la existencia de cuatro factores que añaden incertidumbre. El primero son las tensiones geopolíticas que ya han provocado 'shocks' que han desordenado la economía. El segundo es el déficit público estructural y la deuda pública elevada que presenta España y que requeriría un plan de consolidación que permita corregir esos desequilibrios. El tercero es el crecimiento de los costes laborales, en buena parte fruto de la reforma de las pensiones que aumentó las cotizaciones para enjugar el descuadre de cuentas de la Seguridad Social. Y el cuarto es el citado aumento de la incertidumbre que detectan las empresas. «De mantenerse, estas dinámicas podrían llegar a incidir negativamente sobre las decisiones de inversión empresarial, en un contexto en el que esta se ha mantenido muy débil en los últimos años, y sobre la senda de crecimiento futuro», añade. La entidad advierte que la baja productividad y la baja tasa de empleo son los principales motivos que explican nuestra falta de convergencia con Europa desde la crisis financiera de 2007. La brecha se ha ido ensanchando y es de 15 puntos porcentuales en términos de renta per cápita con la media europea. Estos dos factores, además, están relacionados estrechamente con el tamaño de nuestras empresas, la calidad del capital humano, la proporción de empresas innovadoras, la inversión en investigación y desarrollo, y el deterioro de las instituciones que se refleja en una pérdida de calidad y confianza. La tasa de empleo, por su parte, está muy condicionada por el cambio tecnológico, que deja obsoletos los conocimientos adquiridos, y el envejecimiento de la sociedad. Aparte de estos desafíos urgentes , el documento también recoge otros, como el cambio climático, el acceso a la vivienda y la exclusión social. El Banco de España afirma que la agenda de reformas económicas que necesita España «tendrá un mayor rendimiento» si van acompañadas de una mayor integración en la Unión Europea. Las vías para alcanzar este objetivo son un mercado único más integrado y una Unión Económica y Monetaria más completa. «Europa se está quedando atrás respecto al resto de grandes economías y España lleva ya más de una década sin converger de modo sostenido con Europa. Revertir estas tendencias requiere ambición y grandes acuerdos políticos que permitan sostener en el tiempo las reformas necesarias». Este ha sido el mensaje que Hernández de Cos ha venido transmitiendo incansablemente desde su llegada al cargo, en 2018, precisamente coincidiendo con la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez al poder y que, a la vista de los resultados, no ha sido oído.