Traca valenciana en el Nuevo Vivero

El buen inicio de temporada del Valencia de Bordalás tuvo su reflejo en el segundo partido de la semana para la selección, un chute de positivismo después del bajón que supuso la derrota en Suecia. Carlos Soler y José Luis Gayá, los dos jugadores ché de la convocatoria, se convirtieron en los protagonistas en el Nuevo Vivero. Juntos formaron sociedad en la banda izquierda, demostraron su fuerte compenetración y derribaron el muro georgiano a tiempo de que nadie en Badajoz se pusiera nervioso. Flotaba en el aire el partido de Tiflis y las dificultades que pusieron los pupilos de Willy Sagnol, una leyenda del Bayern y la selección francesa que hoy no soporta ni media comparación con Luis Enrique. Vestidos de forma casi idéntica, en la banda contrastaba la figura oronda del galo con la del fibroso seleccionador español. Con el partido en marcha Georgia pareció menos fiera y España encontró muy pronto la grieta en su ordenadísima y disciplinada defensa de diez jugadores. Soler filtró un pase a la izquierda en la primera subida de Gayá y ambos comprendieron que habían descubierto un filón. Se repitió la acción tres o cuatro veces hasta que por ahí el primer gol de España, con un disparo final del carrilero que golpeó en Kashia antes de entrar en la portería. El gol tranquilizó a España e insufló optimismo al lateral, mustio desde la Eurocopa, en donde solo jugó ante Croacia. Allí perdió claramente la batalla con Jordi Alba en uno de los duelos más igualados de la selección por la titularidad. Gayá acabó retirándose en la segunda mitad tras sentir un pinchazo en el soleo. España, que ya tenía experiencia en meter la pata ante este mismo rival, no quiso arriesgarse e insistió con brío en busca del segundo. Comenzó a emerger la figura de Marcos Llorente, por fin titular como interior. Un pase suyo desde la derecha lo empalmó Soler a la red, que suma tantos goles como internacionalidades. El interior ha caído de pie en la selección. Abel Ruiz, mano a mano La cosa es que era noche de Fallas, y el influjo de la Cremá se extendió también a Ferran Torres, otro con pasado valencianista. El extremo del City aprovechó la flojera georgiana para aumentar su idilio con el gol en la selección, donde ya suma nueve goles en 19 partidos. Su tanto llegó tras la segunda asistencia de la noche de Llorente. «De interior es donde el año pasado hice la mejor temporada de mi carrera y es donde mejor me siento. Los entrenadores lo saben, pero a lo mejor tienen otros pensamientos», dijo el rojiblanco, que se encontró con la respuesta de su entrenador: «Yo escucho a todos los jugadores y ellos deben escucharme a mí. Llorente suma en cualquier posición, como Azpilicueta o Rodri. Se adaptan y están encantados», dijo Luis Enrique. Abel Ruiz, Fornals y Albiol completaron un partido con récord de jugadores de la Comunidad Valenciana. El primero fue titular y tuvo una ocasión inmejorable para estrenarse como goleador, un mano a mano ante Loria que desaprovechó de forma inexplicable. Tanto Fornals como Albiol regresaban como internacionales tras una larga ausencia.