La prudente vuelta a la normalidad de los cines gallegos

El mundo del cine atraviesa una de sus peores épocas hasta la fecha. A pesar de que el cierre obligado de salas finaliza con el inicio de la fase dos tal y como publicó el BOE el pasado 16 de mayo, pocos han sido los valientes negocios de este sector que han decidido abrir sus puertas. Tanto es así, que gigantes de la industria como Cinesa han pospuesto su reapertura durante todo mayo; será el día 8 de junio, con el inicio de la tercera fase de desescalada en aquellas comunidades que obtengan el visto bueno, cuando la multinacional del cine abra sus tres primeras salas en toda España, entre las que se encuentra seleccionada la localizada en As Cancelas, en Santiago de Compostela. Aunque la compañía se reserva los criterios de selección que han llevado tanto a Santiago como a Zaragoza y Valencia a encabezar su lista de reaperturas, estos tres territorios comparten un control de la epidemia suficiente como para retomar el ocio cultural en espacios cerrados; la espera ha servido para «estar seguros de que podemos dar el mejor servicio, de una forma segura y cumpliendo todas las normativas» según palabras de la propia compañía. La reapertura de los cines de Santiago podría considerarse como un pistoletazo de salida para el cine gallego, y muchas salas ya tienen fechas oficiales de vuelta al trabajo. Otro cine próximo a reabrir sus puertas es Numax, un célebre negocio también santiagués que cuenta con una pequeña sala para películas independientes y cine de autor. Su vuelta a la actividad está prevista para el día 12 de este mes, aunque el retraso de las distribuidoras les deja sin películas nuevas hasta el 19. Según palabras de Ramiro Ledo, el responsable de Numax Cinema, la reapertura una semana antes de los primeros estrenos busca «darle una sensación de festividad a la vuelta, que también nos sirva al equipo como tiempo para acostumbrarnos a las nuevas medidas». Ese retraso en las distribuidoras deja a los cines en un limbo profesional en el que quieren y pueden volver a la actividad, pero no tienen películas nuevas con las que hacerlo. Es el caso de Minicines Central, un negocio de casi dos décadas localizado en A Estrada que ha decidido esperar hasta el día 26 y rozar el ansiado fin del estado de alarma en Galicia para abrir sus puertas de nuevo. «Todas las películas son interesantes, pero los estrenos son las que tienen más publicidad, y esperamos que ese sea el atractivo para que la gente vuelva al cine». La desincronización de la desescalada es la razón principal de esta falta de novedades en cartelera. «Las distribuidoras están esperando a que también abran los cines de Madrid y Barcelona porque suponen más de la mitad de la recaudación total de España, y no quieren quemar estrenos sin esos cines abiertos», según comenta Luis Rivadulla desde este negocio; una espera que retrasa la nueva normalidad para el sector en todo el país. Aunque el embargo de estrenos por el retraso de ciudades clave supone para muchos continuar con el cierre de sus salas, sí existen alternativas para aquellos que deciden abrir. Numax centrará sus primeras semanas en activo en la proyección de películas que no llegaron a ver la luz debido al inesperado cierre. Incluso desde Cinesa proponen sesiones con grandes éxitos del cine internacional, como «Origen» o «Parásitos». Normas y medidas para la vuelta al trabajo La preocupación por la puesta en marcha y el funcionamiento de las nuevas normas de seguridad e higiene es generalizada. Las medidas impuestas por el Gobierno se traducen en numeración obligatoria de asientos, limitación de butacas disponibles, reprogramación de los procesos de venta para fomentar que se haga mediante las webs y uso obligatorio de mascarilla y gel desinfectante. Pero además de todas estas nuevas condiciones para los espectadores, los cines pequeños están buscando sus propias alternativas para fomentar una vuelta por todo lo alto. «Los cines pequeños tenemos cierta ventaja porque nuestro trato siempre fue más personalizado», explica Rivadulla, dueño de Minicines Central; desde su negocio pretenden aprovechar esta cercanía para ofrecer ventajas especiales, tales como la acomodación individualizada para evitar separar a los asistentes que vayan en grupos o parejas a sus sesiones, o el reparto de entradas gratuitas, una medida «que todavía está pendiente de que nos confirmen las ayudas del Ministerio de Cultura». Desde Numax, una de las condiciones que más se hará notar será la reducción de aforo. «Nuestra sala se queda en 35 personas, y también reduciremos las sesiones»; además de las pertinentes medidas de higiene y desinfección, también relocalizarán las colas en el exterior del local, para intentar no acumular a los espectadores en los mismos espacios. Otra de las medidas más comunes es el aumento de separación entre el horario de las sesiones como forma de evitar las aglomeración de espectadores en los puntos de acceso, tal y como pretende implantar Cinesa desde su reapertura hasta nuevo aviso. Un nuevo negocio A pesar de las ganas de volver a la normalidad, ningún cine se olvida de los meses de cortina echada y parón forzado. Aunque puede resultar difícil calcular una estimación de las pérdidas, la mayoría coinciden en que han sido meses difíciles para unos negocios que han tenido que reinventarse. Desde Numax, el replanteamiento de su actividad comenzó en el mismo inicio del confinamiento. Utilizando su red de abonados y las herramientas de streaming disponibles, el cine santiagués ideó la iniciativa « Numax na Casa» como una forma de poner a disposición de sus abonados filmes en estreno presentes en diferentes plataformas, como una manera de ensamblar un cine en casa que les mantuviese en contacto con sus abonados y que estos «no olvidasen que íbamos a volver». No son los únicos que piensan en alternativas para el futuro de sus salas; desde Minicines Central piensan afrontar la época estival, sustancialmente peor en cuanto a temporada de cine debido al buen tiempo y las actividades al aire libre, con una alternativa de «cine a la carta». Su intención es esperar a programar las sesiones hasta esa misma jornada para «amoldarse a las condiciones del día», y avisar a su red de clientes vía WhatsApp. No solo las salas de cine buscan alternativas para renovar un sector que teme una recaída, sino que las circunstancias han creado espacio para nuevos proyectos e ideas innovadoras. Es el caso de Xoan Mariño y su iniciativa de Autocine, un proyecto que lleva preparando desde el 2017 pero que se ha visto relanzado por la crisis sanitaria. Habituados a las condiciones del sector, Mariño y su equipo están especializados en trabajos itinerantes, con actividades similares como Cine na Rúa, un proyecto dedicado a la proyección de filmes en abierto, o Festivaliño, un festival de cine especial para los más pequeños; todos son negocios relacionados con el mundo del cine. El equipo de profesionales llevaba años estudiando la posibilidad de crear el primer autocine gallego, con un recorrido que incluyese a toda la comunidad, pero «la circunstancia del Covid nos ha dado una gran oportunidad» que ha permitido que se ponga en marcha oficialmente. El día 21 estrenarán el proyecto con María Solinha, un filme gallego dirigido por Ignacio Vilar que además todavía no ha visto la luz hasta la fecha. «Será el primer estreno de una película en un autocine», un récord para añadir a la lista de primeras veces que tendrá esa proyección. Su autocine continuará todo el verano, en recorridos aún por confirmar a lo largo y ancho del territorio gallego.