Médicos y enfermeros denuncian las debilidades de Ifema: «Falta supervisión y equipos de protección»

De la nada al todo en siete días. El «hospital» temporal de Ifema se levanta cada día con el objetivo de aliviar la presión de los saturados hospitales madrileños, un reto que alcanza y supera a diario:son ya 1.242 pacientes los que han pasado por sus instalaciones y atenciones, y 469 los que han podido decir adiós al coronavirus, despedidos entre aplausos cada vez que alguien sale por las puertas del recinto ferial. Porque es lo más parecido a un hospital, pero sin serlo. De ahí que puedan surgir todavía obstáculos propios de lo que implica construir de cero un centro sanitario con una capacidad de 1.500 camas: material, organización, coordinación del personal... Es lo que denuncian algunos profesionales sanitarios. Sheila Justo, presidenta del Sector Médicos Jóvenes y MIR de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid, lo pone en palabras: «Los residentes se quejan de la falta de organización que hay en Ifema. Hay diferencias significativas entre los pabellones 5, 7 y 9. El pasado viernes estaban convocados 60 residentes de los cuales solo entraron a trabajar diez. Se debía hacer un relevo a mitad del turno que nunca se produjo. Se quedaron 50 personas hacinados en una sala fuera. Además se quejan de la falta de EPIs (Equipos de Protección Individual). Necesitamos organización y necesitamos EPIs». Así lo relata en primera persona Elena, médica de familia: «Nos hacen estar allí a las 7.30 horas, nos dan pijamas nuevos (hacinamiento número 1) y voy al vestuario femenino, una habitación pequeña, donde se cambian todas las médicas, enfermeras, auxiliares, celadoras, (hacinamiento 2). Una persona en la puerta con su libreta de papel va tomando a mano nuestros nombres y números de teléfono. Al rato vuelve otra señora y saca otro folio para volver a hacer la lista. Le explicamos que ya están los grupos. Y nos proponen darnos una miniformación en una sala alargada donde estamos silla con silla a menos de medio metro (hacinamiento 4). Al rato nos dicen que llaman en función de lo que se va necesitando y que nos hagamos a la idea de que igual no entramos hoy. Correcto. A las 15 horas empiezan a sacar las primeras planillas de organización de los próximos días y no aparecemos. Solo están los que llevan unos días, que el resto vayamos mañana». «El volumen de pacientes ha ido en aumento y se ha iniciado la convocatoria y llegada de más médicos residentes sin informarles sobre la organización ya establecida. Falta supervisión en los controles, equipos de protección. Permanecemos hacinados en una sala de estar hasta el inicio del turno correspondiente y algunas veces estamos algo desorientados sin saber con certeza si nos tocará o no trabajar», cuenta otro testimonio. Soluciones La respuesta por parte de la organización del hospital de Ifema es intentar solucionar cualquier desajuste en el menor tiempo posible. Niegan que no haya material. Y reconocen que sí hubo un contratiempo el domingo por la tarde, porque el turno de mañana utilizó trajes y medidas de protección que debían haberse destinado a los del siguiente turno. Pidieron disculpas, rectificaron y la atención sanitaria continúa y se amplía. Eduardo López-Puertas, director general de Ifema, subrayó ayer que el pabellón 7, construido de forma más rápida que el 9 porque han ido aprendiendo, ya está habilitado, y en funcionamiento, aunque quieren instalar más zonas de descanso, «más taquillas y vestuarios para la comodidad de los profesionales». También indicaron que el pabellón 5 se desmantela y que se abre un espacio para gestionar las donaciones. Mientras los pacientes se siguen tratando y curando, y los hospitales respiran.