La Xunta defiende el modelo de la TVG frente al «vodevil» de TVE

«Entre la radiotelevisión española y la radiotelevisión gallega hay una gran diferencia». Alberto Núñez Feijóo recurrió ayer en varias ocasiones a la comparación entre ambos modelos para defenderse de los ataques de PSdeG y En Marea, que lo señalan como responsable de las protestas en la CRTVG. El presidente de la Xunta censuró las acusaciones que hablan de «manipulación» en los medios autonómicos y contrapuso su gestión, avalada en términos de audiencia, con la de la actual RTVE, remodelada a base de «despidos y desplazados» desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. «El modelo de TVE no es el modelo serio, independiente y profesional de la TVG», sentenció el popular. La oposición aprovechó la sesión de control en el Parlamento para referenciar las movilizaciones callejeras, las campañas en las redes sociales, e iniciativas como los «Venres Negros», que reclaman una mayor independencia de los medios públicos. Intervención «digital» lo bautizó el portavoz de los socialista en la Cámara, Xoaquín Fernández Leiceaga, que instó a Feijóo a cumplir la Ley de medios públicos aprobada en 2011, en cuyo articulado se recoge la creación de un consejo de informativos, un estatuto profesional para los trabajadores o la elección por mayoría cualificada del director general. «¿Con cuántos secretarios xerais del PSdeG tenemos que hablar para nombrar al director xeral?», ironizó Feijóo, haciendo mella en los continuos cambios de cúpulas dentro del socialismo. Renovaciones que también se vienen produciendo en RTVE desde el acceso del PSOE al Gobierno, y que el presidente gallego no dejó escapar en su réplica. «Lo primero que hicieron ustedes fue cesar a todo un consejo de administración que estaba nombrado por el Congreso», incidió el mandatario. Después llegaron las menciones a los decretos, al nombramiento de una administradora única para el ente y a la «subasta de directivos». Un «vodevil», zanjó, frente a una TVG «independiente». Por eso el presidente de la Xunta tampoco transigió con las insinuaciones sobre nombramientos a dedo en la CRTVG. «Si el director toma alguna decisión, que comparezca en el Parlamento. Yo no asumo las decisiones del director en materia de personal, faltaría más», resolvió en un careo en el que no dejó de poner en liza los buenos datos de la compañía, su «respeto» dentro de las televisiones autonómicas, o las encuestas que destacan su papel como difusor de la cultura y la identidad propia. En Marea, no obstante, no comulgó con el retrato hecho por el titular de la Xunta. Su portavoz, Luís Villares, censuró que la situación de la radio y la televisión públicas gallegas es propia de países como Rusia o Turquía, y llegó a chancear con el papel de Feijóo, «una especie de Putin a la gallega:Alberto Putin Feijóo, zar dos Peares». «Si yo fuera director de la CRTVG, ¿sabe qué haría? Pondría sus comparecencias íntegras», contraatacó el popular, que tiró de la comparación con La Tuerka, la televisión financiada por Podemos, con dardo final incluido:«Ya le gustaría tener la mitad de la mitad de la mitad de la valoración que los gallegos tienen sobre la TVG».