Un juez de Santiago devuelve una pieza a Pilar de Lara por enviarla con cuatro años de retraso

La juez Pilar de Lara no consigue que sus macrocausas contra la supuesta corrupción tengan vida más allá de su juzgado. El último revés se lo ha propinado el Juzgado de Instrucción nº 3 de Santiago. Su titular, Andrés Lago Louro, dictó un auto el pasado 21 de junio —al que ha tenido acceso ABC— por el que le devolvía a De Lara una pieza que esta había remitido a los juzgados compostelanos, por entender que eran la jurisdicción competente. Esta causa, separada del tronco de la «operación Pokemon», versaba sobre la supuesta financiación irregular del PSOE de Compostela «utilizando para ello la empresa Imprenta Ibérica, que en connivencia con otras empresas, entre ellas Aquagest, habría elaborado facturas falsas por un elevado importe de dinero, lo que podría constituir un delito de falsedad documental y un delito electoral». Lago Louro «sin necesidad de entrar a valorar el alcance penal de los hechos objeto de denuncia», manda de vuelta los 77 tomos de la pieza a Lugo porque «de su breve análisis se infiere que los hechos investigados se produjeron hace más de cinco años, con lo que es muy probable que se hallen prescritos». Lo más llamativo es la crítica abierta del juez compostelano a su compañera de Lugo. Andrés Lago Louro reprocha en su escrito que la inhibición de Pilar de Lara en esta pieza se decretara «en auto de fecha 26 de mayo de 2014» pero la documentación «no tiene entrada en este juzgado de Santiago hasta el pasado 21 de mayo de 2018», cuatro años después, «lo que a todas luces hace inviable cualquier posible diligencia de investigación». «No consta que esta causa se hubiera declarado compleja —lo que habría ampliado los plazos de la instrucción a 18 meses en lugar de los 6 que marca la ley procesal—, ni tampoco vale a Lago Louro «el mantenimiento del secreto parcial de las actuaciones», una medida «que carece de sentido» tras la inhibición de la instructora de Lugo. «Este juzgado se halla impedido jurídicamente para realizar cualquier tipo de diligencia de investigación que, de acordarse, estaría viciada de nulidad», concluye en su auto Lago Louro. No es la primera vez que De Lara recibe un correctivo de otro juzgado por su demora en enviar causas tras inhibirse de las mismas. La Audiencia Nacional y la Provincial de Lugo le reprocharon esto mismo a comienzos de año por otra pieza de la «Pokemon».