Rusia ha expulsado este viernes a diplomáticos de un total de 23 países, entre ellos dos españoles,
por solidarizarse con el Reino Unido por el envenenamiento del exespía doble Serguéi Skripal
en territorio británico. El ministerio ruso de Exteriores ha respondido según el principio de reciprocidad a esos países que expulsaron esta semana a en torno a un centenar de diplomáticos rusos, medida condenada enérgicamente por Moscú.
Rusia se ha reservado el derecho a tomar medidas similares en relación con otros dos países de la Unión Europea, Bélgica y Hungría, además de Georgia y Montenegro, que se sumaron a la medida conjunta contra Rusia en el último momento.
En algunos casos, Moscú se ha limitado de manera simétrica a expulsar a un diplomático —Suecia, Rumanía o Croacia—; en otros dos —España o Italia—; tres —República Checa o Lituania—; cuatro —Alemania o Francia—, pero en el caso de Ucrania fueron 13 los expulsados. Según han informado algunos de esos países, los diplomáticos declarados persona non grata tendrán varios días para abandonar territorio ruso.
En total, Moscú expulsará a unos 150 diplomáticos de países como EE.UU., Alemania, Francia, España, Italia, Canadá, Australia o Ucrania, además de los 23 británicos que ya expulsó en su momento.
Rusia citó anoche al embajador de EE.UU., John Huntsman, para informarle de la expulsión de 60 diplomáticos estadounidenses y el cierre del consulado general estadounidense en San Petersburgo, la segunda ciudad rusa. El Gobierno de Londres ha acusado a Moscú de estar detrás del envenenamiento de Skripal y su hija Yulia el pasado 4 de marzo con un agente químico de fabricación rusa en Salisbury, en Inglaterra.