«Tenemos que estar mejor que en el primer partido, sobre todo, mejor que en aquel primer cuarto», explicaba Pesic antes de que se iniciara el segundo encuentro del playoff ante el Anadolu Efes. Y se aplicó el Barcelona para tratar de alargar la serie y revertir el factor campo. El jueves por la mañana había pedido Víctor Claver un pen drive con todos los errores cometidos para buscar el punto débil de los turcos y desayunó masticando la forma en la que debían jugarle al equipo de Ergin Ataman. Los 21 puntos y 7 asistencias de Vasilije Micic aún escocían pero eran la luz en el camino. Había que anular al serbio y en ello se centraron. Llegaron a un final apretadísimo e igualaron la eliminatoria, quitándoles además el factor campo a los otomanos.
Salió con la lección aprendida el Barcelona, que dejó solo en 16 puntos a los turcos en los primeros diez minutos. Controlaron los azulgranas el potencial ofensivo del Anadolu con un marcaje sobre Micic, el verdugo del primer encuentro. Entre Blazic y Hanga le desgastaron y le hicieron sentir incómodo, algo que hizo resentirse al equipo. Dos parciales iniciales, 0-4 para el Barça y 7-0 para el Anadolu, igualaban el marcador. Las rotaciones de Pesic mantuvieron fresco al Barça, que acabó el primer cuarto con una leve ventaja (16-19). El optimismo se vestía de azulgrana.
El segundo cuarto comenzó favorablemente para los culés, que salieron como un vendaval. Una canasta de Ribas, un triple de Pangos y otros dos puntos de Oriola le daban la máxima ventaja momentánea, que se situaba diez puntos por encima (16-26). Nadie sonreía en Estambul, que veía cómo su situación se agravaba con la segunda personal de Dunston. Pero entonces apareció Larkin para mantener vivos a los locales, que empataron el partido (30-30) a falta de tres minutos para el descanso.
El segundo cuarto también cayó del lado del Barcelona, por un punto, que se fue a las duchas con una ligera ventaja moral y física. Los números eran similares para los dos equipos: en rebotes 12-17, en pérdidas 5-5, y en triples anotados, 3-3, aunque los de Pesic estaban lanzando algo mejor de dos (52,9%-56,5%) y los de Ataman, de tres (33,3%-30%).
Pájara en el tercer cuarto
Todo el trabajo realizado se fue al traste en tres minutos. Dos balones perdidos de forma infantil (que Larkin aprovechó) y una inusitada dejadez defensiva permitieron que el Anadolu le diera la vuelta al marcador (49-45). Los suplentes del Barcelona subsanaron la sangría superando el peor momento el equipo culé. Shane Larkin estaba imparable y los de Pesic optaron por apostar por su talento. Singleton, Hanga y Smits recuperaron la ventaja a golpe de triple. Los azulgranas comenzaban el tramo final con sus opciones intactas (59-62). El final fue no apto para cardíacos. El error en el último tiro y la pasividad turca dieron el triunfo a los culés.
