Vecinos de North Lawndale luchan contra un plan para demoler edificios históricos a lo largo de calle Ogden

Brian Ernst / Sun-Times

Los residentes de North Lawndale se oponen a un plan para demoler una docena de edificios históricos industriales y sustituirlos por un centro logístico que temen ocasiona que pasen camiones diésel por sus calles, sacudiendo sus casas y contaminando el aire.

El inversionista inmobiliario IDI Logistics es el propietario y tiene previsto reconstruir más de cinco hectáreas a lo largo de West Ogden, entre Pulaski y Keeler, en el barrio de Lawndale Triangle.

Está previsto que la Comisión de Planificación de Chicago estudie la propuesta de IDI en una reunión del Ayuntamiento el jueves por la mañana. Los residentes esperan que la comisión detenga la propuesta.

“Si nadie dice nada, seguiremos siendo atropellados”, dijo Norvetta Landon.

Algunos de los edificios tienen una importancia histórica de más de un siglo, según los defensores de la conservación, pero IDI planea derribarlos todos y sustituirlos por una estructura de casi 250,000 pies cuadrados.

Los residentes de la comunidad del oeste de la ciudad, de mayoría negra, están preocupados por el impacto de la demolición en su barrio, y la propia Municipalidad considera el plan una “demolición ambientalmente compleja” por su tamaño y proximidad a las viviendas.

Más allá de la destrucción de los edificios históricos, los vecinos de North Lawndale temen que el proyecto vaya a traer docenas, sino cientos, de camiones grandes a diario, lo que preocupa por el impacto en las viviendas y la salud de la zona.

Los residentes dicen que la comunicación sobre el proyecto por parte de la Municipalidad y el desarrollador ha sido insuficiente.

“El proceso en su totalidad parece como si nos hubieran tirado a la basura. Así es como nos sentimos”, declaró Rochelle Jackson, residente de toda la vida en North Lawndale, que se enteró del proyecto hace sólo tres semanas. “Aquí vienen los desarrolladores. Todo está hecho antes de que se le diga nada a la comunidad”.

En una pequeña reunión comunitaria el lunes por la noche, Jackson estuvo acompañada por otros residentes que cuestionaron por qué el proyecto era bueno para la zona.

“Las únicas personas que realmente se benefician de esto están sentadas ahí arriba”, dijo Paul Norrington, residente de toda la vida, refiriéndose a los representantes de IDI y de la empresa de demolición American Demolition que encabezaban la audiencia en la Iglesia AME Greater St.

El mes pasado, Landon presentó una demanda ante la Corte de Circuito del Condado de Cook para detener la demolición. No tiene abogado, pero dice que espera que una organización defensora del medio ambiente o de la conservación se una a su demanda.

Landon está preocupada por la eliminación del plomo y asbestos de la docena de edificios, así como por las medidas de seguridad aplicadas en la zona. Ya ha visto que los cristales rotos de los edificios caen cerca de la acera por la que pasan los niños, un problema que se habría solucionado con unas simples medidas preventivas.

También le preocupa la presencia de camiones y el impacto en la salud y la seguridad de los residentes.

Landon declaró que espera que el alcalde Brandon Johnson acceda a reunirse con los residentes para exponerle su preocupación por los planes, aunque todavía no ha solicitado una reunión.

IDI no ha dicho quién o qué operará fuera del edificio, aunque llama al proyecto un desarrollo logístico, una operación que con frecuencia incluye un tráfico considerable de camiones. Un representante de la empresa dijo que no hay ningún plan para mantener los edificios existentes.

El concejal Michael Rodríguez (22º) dijo que no apoyará el proyecto si incluye una instalación de distribución de camiones de tamaño considerable.

En su lugar, dijo que prefiere fabricación que cree “puestos de trabajo mejor pagados orientados a la carrera, más sindicalización y menos de transporte por carretera para una comunidad que ya se ocupa de un entorno sobrecargado de transporte por carretera”.

Las grandes operaciones logísticas en el suroeste de la ciudad han traído miles de camiones que contribuyen a una mala calidad del aire, problemas respiratorios crónicos y una molestia para los vecinos que dicen ver a los conductores con frecuencia atravesar las calles residenciales.

Los camiones grandes pueden hacer vibrar las casas más antiguas y causar daños en las calles residenciales de North Lawndale, según Jackson.

Los residentes y otros opositores al proyecto de IDI también destacaron que los antiguos edificios de la fábrica en Ogden albergaron recientemente pequeñas empresas. Los conservacionistas dijeron que los edificios podrían ser reurbanizados para albergar incubadoras de pequeños negocios.

“Queremos que esta ciudad crezca de forma saludable”, dijo Ward Miller, director ejecutivo de Preservation Chicago. "Nuestra misión es reconstruir algunas de estas comunidades que han sufrido una fuerte falta de inversión".

Los edificios más significativos amenazados pero dignos de preservación histórica son el edificio Western Felt Works en Ogden y otros dos que una vez albergaron Turner Manufacturing, un fabricante de decoraciones de pared, en Ogden y Keeler, señaló Miller.

Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago