Caricias y abrazos a un robot son (casi) tan terapéuticos como entre personas, aunque no hay nada como el piel con piel
Hay muchas evidencias de la importancia de los abrazos y el contacto físico humano consentido en la salud vascular y mental, pero los robots no son malos en ello
![Takanori Shibata presenta dos focas robot Paro en el CRE Alzheimer de Salamanca | Ministerio Derechos Sociales](https://www.newtral.es/wp-content/uploads/2024/04/robot-abrazos-paro-espana-1024x683.jpeg?x95607)
Acariciar (o que nos acaricie) un robot tiene su punto distópico. Que nuestra salud mejore tras un abrazo con un objeto pareciera un ejercicio de mística. Pero una revisión de más de 200 estudios al respecto llega a conclusiones un tanto sorprendentes sobre el poder del contacto físico entre personas, robots y animales. Sí: en según qué perfiles no hay demasiada diferencia terapéutica entre abrazarse con otra persona, un perro, un robot o tu almohada gigante. Hasta aquí el resumen simplificado de un metaanálisis publicado en Nature Human Behaviour. Ahora vamos con la letra pequeña, que es bastante grande.
1. Sí, un robot achuchable puede tener un gran efecto terapéutico, especialmente si hay un cuadro de demencia
Los autores, liderados por Julian Packheiser, neurocientífico de la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania), hallaron pruebas sólidas de beneficios para la salud en adultos que practicaban el contacto físico con otros seres “humanos u objetos”.
Estos objetos no son cualquier objeto, eso sí. El equipo se centró especialmente en estudios sobre robots diseñados en terapias de acompañamiento o para personas con problemas de salud mental, como demencias. El caso más paradigmático y quizás más estudiado es el de la foca Paro.
Paro es un robot de foca arpa con expresividad facial y emisión de sonidos al que se pueden dar abrazos y reacciona a las caricias. Fue concebido por Takanori Shibata y se presentó en 2001. Desde entonces, se ha estado usando en residencias de mayores y otros centros sociosanitarios, sobre todo entre pacientes con demencia de Japón y Estados Unidos.
En el metaanálisis, también han monitorizado la eficacia terapéutica de otros objetos abrazables como las almohadas especialmente diseñadas para tal efecto. “Tocar (acariciar o abrazar) un objeto mostró un efecto significativo, aunque menor que el contacto humano”. Y marcadamente menor para aplacar cuadros de ansiedad. Los humanos o animales, ahí, son menos reemplazables, como se intuyó en pandemia.
2. Sí, ciertos robots son tan eficaces que quizás sólo son algo peores en abrazos quizás sólo porque no tienen ‘piel’
Los autores de este estudio destacan que “la comparación de intervenciones táctiles que involucran objetos o robots dio como resultado beneficios físicos similares” o mejores a los de personas (0,56 versus 0,51). Esto, midiendo, por ejemplo, los niveles de cortisol –’hormona del estrés‘–.
A diferencia de la ciencia ficción, el contacto con robots no fue tan eficaz contra la ansiedad y depresión
La cosa cambia en cuanto al beneficio para la salud mental (0,34 versus 0,58), donde ganan las personas. Tampoco por goleada, pero sí significativamente. Además, para aplacar la ansiedad o la depresión sí parece importante que la otra persona tome la iniciativa del abrazo, la caricia o el dar la mano. Cosa que no hace Paro, por ejemplo. Pero, en general, tal es el papel de los robots para estos autores que no descartan que ese ligero beneficio global que tiene la caricia o el abrazo humano sea debido a una cuestión de piel.
Los autores vieron que en estudios previos, en la mayoría de ocasiones se estudiaban interacciones piel con piel. Esto podría dejar en peor lugar a los datos sobre el efecto de relacionarse con objetos o abrazar robots, que obviamente carecen de ella. Así que se centraron en un pequeño subgrupo de estudios sobre interacciones humanas que no implican el contacto directo de la piel. Y bingo. Ahí ya no había tantas diferencias con relacionarse con robots u objetos. Pero reconocen que no hay tantos estudios en ese terreno.
3. En bebés no hay duda: el contacto piel con piel es fundamental y mejor si es con la familia
Cuando los autores se centraron en las interacciones táctiles y el piel con piel, vieron que hay dos grupos especialmente beneficiados por el toqueteo, caricias y abrazos humanos frente al de robots: adultos que reciben masajes y bebés. En concreto, los recién nacidos se benefician de manera muy especial tanto del cangureo como de los masajes.
En los peques, quién da el masaje o te portea sí es fundamental. Dicen los autores que “la familiaridad es irrelevante en los adultos. Por el contrario, el contacto aplicado a los recién nacidos por sus padres (casi todos los estudios sólo incluyeron el contacto de la madre) fue significativamente más beneficioso en comparación con el contacto desconocido”.
4. ¿Cuánto debe durar el abrazo perfecto (a un robot o a un humano)? Largos pero no demasiado
El metaanálisis vio que la intervención o contacto consentido típico dura 20 minutos. Obviamente, eso no significa que un abrazo dure tanto, porque en esta media podemos encontrar sesiones de masaje o acurrucamientos o bebés en brazos. De hecho, no hay una cifra mágica sobre el número de abrazos que se deben dar al día y su duración. Circula, desde hace décadas, la idea de que necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho abrazos para mantenernos como estamos y 12 abrazos para crecer.
Este dato proviene de una popular terapeuta familiar y trabajadora social de Estados Unidos: la doctora Virginia Satir, que fue muy mediática en los años sesenta y setenta. Este dato es difícil de contrastar, pero sí se han hecho algunos estudios sobre su duración y frecuencia. Y se sabe que aunque de media, un abrazo se prolonga unos 3 segundos. El mayor efecto terapéutico se percibe con 20 segundos, según estimó un pequeño estudio en la Universidad Central de Carolina del Norte en 2004.
El estudio actual sí encontró en adultos “algo sorprendente: una relación negativa entre la duración del contacto y los niveles de cortisol”. Ellos no interpretan nada al respecto pero, ¿un contacto físico demasiado largo nos estresa?
5. Un masaje largo, tan eficaz con el abrazo de alguien querido, pero no como el de un robot
Curiosamente, la persona que consentidamente te toca, cómo te toca y la duración de su toque no marcan la diferencia en términos de impacto. Por tanto, un masaje largo realizado por terapeuta puede ser tan eficaz como un rápido abrazo de un amigo. Una vez más, importa la frecuencia: un abrazo rápido podría tener incluso más impacto que un masaje si se ofrece con más frecuencia.
En conclusión: masajear, acariciar, abrazar con consentimiento es necesario… pero esto ya lo sabíamos
Desde el SMC de España, Sebastian Ocklenburg (MSH Medical School de Hamburgo) matiza que los resultados del estudio “no implican nada respecto a los mecanismos propuestos que subyacen a las terapias alternativas. Como metaanálisis, se trata simplemente de una integración estadística de los estudios existentes sobre muchas formas diferentes de intervenciones táctiles”.
El coautor del estudio Frédéric Michon (Instituto Neerlandés de Neurociencias) reconoce el papel relevante de los robots, especialmente “en personas que necesitan mejoras en su bienestar, tal vez porque se sienten solas pero también porque pueden verse afectadas por condiciones clínicas. Estos resultados indican que un robot táctil o incluso su simple edredón tienen el potencial de ayudar”. Pero la ansiedad o la depresión podrían requerir del contacto humano, “quizás por el componente emocional asociado con el contacto”, concluye Michon, quien deja la puerta abierta a nuevos estudios que profundicen en la eficacia para paliar la depresión o la ansiedad de las mascotas. Hay claros indicios de que es así, pero son “insuficientes los estudios controlados”.
Fuentes
Estudio de Packheiser et al. en ‘Nature H.B.’, 2023
Estudio sobre abrazos y menor riesgo cardiovascular de Grewen et al., ‘Behavioural Medicine’, 2003
Frédéric Michon (Instituto Neerlandés de Neurociencias)
Sebastian Ocklenburg (MSH Medical School de Hamburgo)