Realeza y ‘photoshop’: cuando la reina Sofía hizo un Kate Middleton y editó a sus nietos por Navidad

La reina Sofía, al igual que Kate Middleton, copió y pegó a sus nietos en una felicitación navideña emitida por Zarzuela en 2005.

Las redacciones británicas amanecieron el 10 de marzo, Día de la Madre en la tradición inglesa por coincidir con el cuarto domingo de Cuaresma, con una fotografía oficial de la princesa de Gales, Kate Middleton, abrazando a sus tres hijos. La instantánea no habría atraído el foco mediático de no ser por que la nuera del rey Carlos III llevaba sin aparecer en público desde el pasado mes de diciembre a causa de una supuesta cirugía.

Los equipos de las grandes agencias de fotografía —AP, Reuters, AFP y Getty— escudriñaron la imagen publicada en las redes oficiales de los príncipes de Gales hasta determinar que había sido manipulada con edición digital. Finalmente, la propia Kate Middleton ha reconocido a través de X que es ella la artífice del engaño: “Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Pido disculpas por cualquier confusión que haya causado”.

“La foto de palacio está trucada”, titula el Daily Telegraph en su edición del 11 de marzo, mientras que Simon Jenkins, veterano columnista de The Guardian, afirma que nunca una fotografía manipulada había causado tanto revuelo desde que la propaganda soviética hiciera desaparecer a Trotski del icónico discurso de Lenin en la plaza roja de Moscú.

Pero en España sí hay precedentes. Eran las navidades de 2005 y Fernando Alonso anunciaba que correría con McLaren, Zapatero volvía de visitar a las tropas españolas entonces desplegadas en Afganistán y la Casa Real española distribuía su tradicional felicitación navideña acompañada de una fotografía de los reyes Juan Carlos y Sofía —ahora eméritos— junto a sus nietos. La fotografía fue borrada por Zarzuela tras descubrirse que era un fotomontaje.

Entonces no existían muchas de las herramientas de verificación con las que contamos hoy, pero tampoco hizo falta mucha tecnología para que los periodistas se dieran cuenta de que la fotografía de Juan Carlos y Sofía, al igual que la de Kate Middleton con sus hijos, era una clara manipulación: al rey parecía faltarle una pierna, Victoria Federica mantenía una postura imposible e Irene Urdangarín —entonces un bebé— era un copia y pega de una imagen reutilizada con la que ya habían felicitado la Navidad sus padres, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, ese mismo día.

Sofía: “Tenía la foto con Leonor, así que cogí la del verano anterior en Mallorca con los otros nietos y los coloqué”

Aunque la Casa Real borró la felicitación navideña de su página web, aún queda rastro de ella y se puede recuperar gracias a Web Archive, una plataforma para archivar páginas de internet. De esta misma manera se puede rescatar la felicitación que enviaron la infanta Cristina y Urdangarín —también borrada por Casa Real—, en la que se aprecia que su hija fue recortada y pegada en brazos de su hermano en el fotomontaje navideño difundido por Zarzuela (a excepción de su oreja derecha, que aparece cortada).

El diario El Mundo se percató de la manipulación el 23 de diciembre de 2005, un día después de su publicación en la página oficial de la Casa Real. El fotógrafo Chema Conesa, entonces subdirector de un suplemento dominical del periódico, opinó que se trataba de una edición informática con la que se habría insertado digitalmente a los siete nietos de los reyes eméritos.

Los servicios de comunicación de la Casa Real reconocieron horas más tarde que, en efecto, la felicitación había sido un montaje y que la imagen no era real. Alegaron que era imposible reunir a todos los nietos para hacer la fotografía con los reyes.

Como Kate Middleton, la reina Sofía acabó confesando tres años más tarde que había sido ella misma quien había editado la imagen para añadir a sus nietos: “Tenía la foto del rey y mía con Leonor, así que cogí la del verano anterior en Mallorca con los otros nietos y los coloqué debajo», explicó la reina emérita en una entrevista pactada con la Agencia EFE y otros dos medios, y que vio la luz tres meses después de haberse realizado. La reina se defendió de las críticas y restó importancia al Photoshop: “No me importa, estaba orgullosísima”.