Las manchas solares: tras las respuestas al misterio desde Galileo hasta nuestros días
Entendida por los antiguos chinos como señal de mal augurio, la existencia de las manchas solares en Occidente fue ignorada durante mucho tiempo, por romper la cosmovisión aristotélica, hasta que unos pocos sabios curiosos enfocaron sus telescopios al cielo.
Desde que a Galileo Galilei le llegaron rumores, allá por el año 1609, a propósito de un nuevo instrumento óptico formado por lentes que era capaz de aumentar el tamaño y la luminosidad del objeto observado, no cejó en su empeñó por construirse uno propio a fin de contemplar los cielos con mayor detalle. Para ello, se dedicó a recopilar toda la información que pudo de aquel invento que tal vez había surgido en Países Bajos y cuya autoría tampoco estaba clara. Hasta que ese mismo invierno, consiguió desarrollar su propio telescopio con el que empezaría sus primeras observaciones astronómicas.]]>