Ante un poster con la imagen del que ya es el deportista más famoso por culpa de la vacuna -o su ausencia- anti-coronavirus, la familia de Novak Djokovic ofreció en Belgrado una caliente rueda de prensa. Fue ahí donde su hermano, Djordje Djordjevic, leyó ante los medios de comunicación el primer mensaje que le había enviado su hermano desde la habitación en la que está encerrado en Melbourne, a la que llegó solo con el equipaje de mano (sus maletas siguen en el aeropuerto). “¡Dios lo ve todo! Mi bendición es espiritual y, la de ellos, material”, escribió Novak. El padre del tenista, como ya hizo la víspera, aseguró que su hijo está “secuestrado” en Australia, unas declaraciones que pueden afectar a Nole, ya que según la prensa australiana las autoridades australianas podrían activar un veto de hasta tres años para regresar al país, algo difícil de creer porque no es el tenista quien lo ha declarado.
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