La Revolución Mexicana
Todavía está vigente.
Yo creo que mucha gente ha desvirtuado lo que fue el fenómeno de la Revolución Mexicana, que causó un millón de muertos y desfiguran las ventajas que se lograron a través de ella, como es el caso de la reforma laboral, de la distribución de la tierra para los campesinos y la Constitución que todavía, con parches, nos rige.
En fin, se realizó en un momento histórico previo a la Revolución Rusa, y con ella se buscaba la igualdad social, la justicia para los más desprotegidos y sobre todo unir al país, después de la dictadura de Porfirio Díaz.
Esa democracia social es, quizá, el aporte más importante que hizo el PRI que, con todos sus defectos, virtudes y posterior corrupción, fue un partido que con otro nombre logró, en la época del presidente Elías Calles, terminar con el militarismo y abrir la participación cívica.
La ideología del PRI es extraordinaria. Los que han fallado, en muchos casos, han sido los hombres, pero México no puede ser un país de derecha extrema, cuando hay tanta pobreza, y sí tiene que ser un país moderno, pero respetuoso de los valores de la justicia social y eso dignifica al PRI y le da un lugar en la historia.
Espero que ese ideario se reconozca y ahora se una con el PAN, que también tiene una historia muy sana, desde Gómez Morín, y detengan el curso nefasto de la historia que se nos está viniendo encima, con una concepción poco moderna, que nos está gobernando.
Yo creo que desde el punto ideológico el PRI representa al país. A mí me tocó ser miembro del Consejo Nacional de Ideología y por eso sé que ese tipo de democracia social es ad hoc para México, porque la ultraderecha, que no percibe la desigualdad social, pierde los aciertos del liberalismo económico y de los mercados; y los de la ultraizquierda, como está ahora convertida en decisión unidimensional, tampoco es la respuesta para un país que ya estaba en desarrollo, con un PRI que tenía defectos y virtudes, pero que logró estabilidad nacional.
Apelo a que la gente pensante aconseje a AMLO que éste no es el siglo XIX y que tiene que equilibrar entre su interés por las bases populares, quizá por razones electorales, y el desarrollo de un mundo que está cambiando cada día, con grandes avances tecnológicos que tienen que tomarse en cuenta y no destruir los cimientos del mismo.
Descartes: Pienso, luego existo… El PRI no solo tiene defectos. Su ideario es ad hoc para nuestro país. El problema fuimos nosotros, que no le entendimos.
luisetodd@yahoo.com