Ellas están enojadas

Ellas están enojadas. Y tienen razón. Son la mitad de la población de Jalisco, pero se les reduce y regatea el espacio en la política, y se llega al grado de que las autoridades deban obligar a los partidos a postular un mínimo de mujeres para los cargos de elección popular.

Y lo digo de una vez: no es un problema de las mujeres. Ellas son las víctimas. El problema es de los hombres, que no hemos logrado entender que la política es de todos, no sólo de nosotros.

Algo muy mal se hizo por años y años en los partidos políticos tradicionales, y en los gobiernos, cuando se decidió que era importante crear espacios destinados a las mujeres en las organizaciones. Fue crear espacios acotados, para que ellas trabajaran aparte y se encargaran de sus cosas, que la política verdadera era cosa de hombres.

Si la cultura en la que vivimos no fuera tan machista, los partidos políticos tendrían desde hace décadas espacios equitativos. Pero no. Ellas por un lado, y nosotros por el otro.  Un talibanismo disfrazado.

Es cierto que los nuevos partidos tienen una visión diferente. Veo en Futuro y en Hagamos un interés genuino por la equidad, aunque para ellos deban ir en contra... ¡de las autoridades electorales! En esos partidos hay muchos jóvenes y se nota. Seguramente ellos pondrán ejemplo de equidad en materia electoral en las elecciones venideras.

Pero mientras hay que luchar contra corriente. O mejor dicho, contra los hombres. Y los hombres tenemos que luchar contra nosotros mismos.

Escribo este texto no con la pretensión de sentirme superior, y ver desde arriba los conflictos. Lo hago pensando en mi esposa, hija, compañeras y amigas. Lo hago para recordarme a mí mismo que debo esforzarme en busca de la equidad en todos los ámbitos en los que me muevo. Que eso de la política y sus desigualdades me implica a mí. Como la historia del viejo que predicaba sobre las virtudes en Sodoma. Cuando alguien se le acercó para comentarle que no valía la pena esforzarse porque nadie le hacía caso, respondió diciendo que predicaba para no caer él mismo en las tentaciones.

Ellas están enojadas. Y tienen razón en estarlo.

Twitter: @baezamanuel