Arturo Rivera y el taller del Chanate de Torreón
Como la memoria es corta y los recuerdos se evaporan; de vez en cuando hay que traerlos al papel en blanco y negro para tener una perspectiva de lo que se logró en ese tiempo pasado.
Hoy con la muerte de Arturo Rivera quiero traer al presente lo que el gran pintor hizo para Torreón. Con el apoyo de Eduardo Langagne, Sonia Salum y Lucrecia Martínez de Santibáñez se logró que se montara el taller de Grafica El Chanate.
En 1999, Rosa del Tepeyac, Secretaria de Cultura de Coahuila, invita a Lucrecia Martínez para estar al frente del Instituto de cultura de Coahuila, “ICOCULT” en Torreón. Las oficinas se encontraban en el Anexo del Teatro Martínez en donde hoy se encuentra la Galería del mismo teatro.
Una llamada que va a cambiar el panorama cultural en la Laguna fue la de Sonia Salum que en ese entonces trabajaba en Conaculta con el maestro Eduardo Langagne.
Ella manejaba el programa Creadores en los Estados; en donde los grandes pintores, escritores, fotógrafos, historiadores, actores y otros eran enviados a los estados para impartir talleres o conferencias.
Un programa que promovía el encuentro con los creadores regionales para hacer nexos entre la Ciudad de México y los estados y que la creación en todas sus formas se plasmará para beneficio de nuestro país.
En esa llamada Sonia le ofrece a Lucrecia un taller de pintura y grabado para Torreón con el gran pintor Arturo Rivera.
El creador se quedó una semana en esta ciudad lo acompañaba Miguel Canseco un grabador que trabajaba con él en su taller en la Ciudad de México.
De ahí nació la idea de formar un taller para el ICOCULT en Torreón con la asesoría de Arturo Rivera que generosamente apoyó la creación del Chanate.
¿Por qué se llama el Chanate? Comenta Lucrecia “No sabíamos que nombre darle, y el día que fuimos a la Casa de Colón y Juárez había miles de chanates en los árboles, y Arturo Rivera se quedó muy impresionado y de ahí salió el nombre”.
Tengo la suerte que Arturo Rivera me regaló la prueba de autor del grabado del Chanate, siempre le estaré agradecida.
En la casa de Colón y Juárez (Actualmente la mal llamada Casa de Cantera, omisión histórica porque en la Comarca Lagunera no tenemos cantera), Lucrecia invitó al pintor Rivera y al grabador Canseco a conocer el espacio para ver sí era viable que en el sótano de esa casa se pudiera instalar al menos temporalmente el taller de grabado.
A Rivera le encantó la idea y propuso que fuera director del taller su alumno Miguel Canseco que aceptó la idea con gusto, ya que en el taller de la Ibero había hecho muy buenas amistades y veía el potencial en los alumnos.
Manos a la obra: había que comprar un tórculo. La familia del pintor Felipe Erembherg construía tanques de gas y también hacían tórculos. Así que Lucrecia compró el primero para el “Chanate” costó 60,000 mil pesos, cuando el taller estaba más armado, el Icocult compró el segundo tórculo que era más grande, costo 150 mil pesos.
En la casa de la Juárez, Miguel Canseco, ya como director del taller ordenó construir la tina de agua, y empezó a ordenar lo que se necesitaba: estantes, el papel, las tintas, pero sobre todo se dedicó a armar el equipo de aspirantes de grabadores.
En poco tiempo había más de veinte estudiantes, algunos de ellos son ahora pintores o grabadores importantes.
Gracias a Miguel Canseco y al apoyo de Arturo Rivera el taller se fue profesionalizando. Miguel con las conexiones de Arturo pudo invitar a Torreón a pintores y grabadores de primer nivel que impartieron talleres en el “Chanate” y enseñaron a los talleristas nuevas técnicas y lograron hacer un acervo importante.
El Chanate se hizo independiente, actualmente no tiene ningún apoyo del gobierno estatal, ni municipal.
Una pena, ya que había nacido para ser una escuela de arte para Torreón y la Comarca lagunera y no sólo de grabado, sino también de dibujo y pintura cobijado por el Estado.
Una escuela igual a la que tienen en Saltillo.
Se tendría que revisar los estatutos y los comodatos para que el taller sobreviva y siga produciendo creadores de gran nivel y que sus conocimientos se reproduzcan a través de la enseñanza. Porque de eso se trata y eso es lo importante.
El Arte en Torreón.