Preservan tradición de visitar a los muertos en panteón de Tomatlán

A diez minutos del municipio de Zacatlán se localiza el panteón de Tomatlán, perteneciente a la junta auxiliar del mismo nombre. De acuerdo con los cronistas de la región se empezó a construir en 1900 y en sus años posteriores empezó a ocuparse.

Aunque el registro de la primera persona que fue inhumada es de 1930, se trató de Antonio Aldana, quien de acuerdo con la lápida de su tumba nació en 1830 y falleció el 23 de abril, es decir, sumó un siglo de vida.

Óscar Sánchez Gayoso, presidente de citada junta auxiliar, cuenta que el sepulcro se encuentra intacto y en perfectas condiciones, lo mismo que toda la parte conocida como el panteón viejo.

“Aún se logra ver en su tumba su nombre y el año en que falleció, 1930. Tenía cien años”.

Menciona que en el camposanto yacen diversos personajes importantes de la comunidad, entre ellos la mujer que fue la nana de la escritora francesa y nacionalizada mexicana, Elena Poniatowska.

“Se trató de Doña Magdalena Castillo Hernández, quien nació en esta localidad en 1919 y falleció en el 2014”.

Señala que en el llamado panteón viejito han hecho esfuerzos para preservar las tumbas más antiguas, lo mismo que las bardas que delimitan su perímetro.

Narra que estas tapias fueran edificadas por la misma gente de la comunidad a quienes en esos años se les impuso como castigo dicha faena por no cuidar que sus animales ingresaran a pastar al cementerio.

“A las personas que dejaban sus animales para que fueran a pastorear ahí en el panteón les ponían como multas acarrear piedra e ir formando el muro, la barda perimetral que tenemos, que es toda de piedra. Eso lo hacían como un castigo”.

Cita que el panteón pasó a Tomatlán por órdenes del General Vicente Popocatl, quien fuera alcalde de Zacatlán.

“Ya que se tenía una saturación en el municipio y se consideró pasarlo a Tomatlán. Este alcalde fue el que hizo ese movimiento”.

El funcionario da a conocer que para preservar la tradición de visitar a los muertos en los Días de Muertos se decidió permitir el ingreso a partir del pasado 26 de octubre.

“Mantenemos abiertas las puertas para que sean visitadas las tumbas, pero acatando las disposiciones de las autoridades de salud. Desde el 26 de octubre se les invitó a los pobladores a realizar su visita al camposanto para evitar la concentración de gente el 2 de noviembre, esto con la finalidad de disminuir la propagación del covid-19”.

Precisa que se estableció que la permanencia dentro del panteón para los visitantes solo sea de un máximo de 15 minutos y que el acceso es controlado y con las medidas preventivas necesarias.

Indica que el uso de cubrebocas es obligatorio y que en caso de carecer de este artilugio se les proporciona de forma gratuita uno en el área de acceso, donde se les toma la temperatura y aplica gel antibacterial.

Asimismo, se determinó cancelar el ingreso a menores de edad, mujeres embarazadas y a los adultos mayores, “por lo que desde hace tiempo se les hizo esa recomendación a nuestros visitantes a través de las redes sociales de la junta auxiliar”.

Cuenta que contrario a otros años, se decidió cancelar la celebración de la tradicional misa del 2de noviembre en el recinto funerario y se estableció el horario de operación de las 8 a las 18 horas.

También señala que solo se permite el ingreso de un máximo de tres personas por familia, quienes no podrán colocar flores con agua.

“Otra medida que se acordó fue prohibir la instalación de vendedores ambulantes afuera del panteón y que la entrada fuera por el acceso al panteón viejo y la salida por el nuevo”.

Finalmente, reporta que han registrado un aforo promedio de 100 personas por día. “Y en estos dos últimos días subió a 150, pero a lo largo del día”.

Tomatlán se ubica a la mitad de dos pueblos mágicos, Zacatlán y Chignahaupan; cuenta con cascadas, ríos y puentes muy peculiares como “El Gato”. Así como la hacienda de Amoltepec, donde se puede apreciar el proceso de elaboración del pulque, entre otros atractivos.

AFM