Historia, libros, viajes y café, las aficiones de la secretaria de Turismo

Anabel Alvarado Varela, actual titular de la Secretaría de Turismo de Tlaxcala, es una amante del café, la lectura, la historia y los viajes. Del primero llega a beber hasta dos litros al día; del resto de sus pasiones, ya perdió la cuenta de cuántos libros forman parte de su colección y de los sitios que ha visitado. De igual forma, le apasiona la música, el baile y la tauromaquia. “Me gusta mucho bailar salsa”, afirma en entrevista para MILENIO Puebla.

Asimismo, revela que dejó de contar los volúmenes cuando llegó a los 3 mil 500 y cree que actualmente son más de 5 mil, pues “durante la contingencia he comprado muchísimos (libros)”.

Cuenta que inició sus travesías en la infancia y a nivel internacional a los 14 años de edad: 

“El primer viaje del que tenga memoria fue tal vez a los cuatro o cinco años, cuando mi tía Lupita, hermana de mi madre, me hizo uno de los mejores regalos que me pudo haber dado: me llevó al Museo de Antropología e Historia y me contrató a un guía. Me enamoré de la historia. Luego me llevó al Castillo de Chapultepec. Ves las carrozas, el castillo, acabas muy clavado en esto”.

Posteriormente, por dedicarse a la oratoria en su formación académica, emprendió muchos viajes para participar en los concursos nacionales.

“A Chiapas, Tabasco, Tampico, Tamaulipas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Veracruz. Iba tanto a los de (concursos) oratoria como a los de debate, viajaba muchísimo y se me hizo costumbre”.

Fue así que previo a cada traslado se dio a la tarea de consultar los detalles, crónicas, cultura y personajes más destacados del sitio al que acudiría, lo que agudizó cada vez que partió al extranjero. Por ello, sus conocimientos en historia son vastos y se refuerzan durante sus recorridos. Esto le permite definir la ruta que seguirá, incluso, ha llegado a seguir los pasos que cubrió alguno de los personajes que le llaman la atención.

Anota que siempre se ha impuesto ahorrar para viajar y comprar libros. Religiosamente, separa dos partes de su salario para tal cometido.

¿Cuál fue su primer destino internacional?

“España. Soy una turista profesional por experiencias y me encanta, me apasiona viajar, me fascina viajar, conocer. Es muy padre cuando viajas y ya tienes los antecedentes. La primera vez que fui a París me generaba mucha emoción ver la catedral de Notre Dame por Víctor Hugo y por todo lo que había leído de la revolución francesa. Me imaginaba a Danton echándose sus discursos en estos lugares”.

¿Cuál era el sitio al que siempre soñó viajar?

“Desde niña fue viajar a Egipto y lo cumplí en 2012. Tuve una de las experiencias más bellas de mi vida. Fuimos a Abu Simbel, que también era otro de mis sueños por cómo hicieron el movimiento para la construcción de la presa de Asuán, y, aparte, quien la construyó también traía ideas raras”.

¿Cuál es la experiencia más fascinante en estos viajes?

“Entrar sola al templo de Abu Simbel. ¿Por qué? Porque íbamos en primer lugar en el convoy que viaja en la madrugada, vas protegido por el ejército por las experiencias que han tenido. Iba en primer lugar y me dijo mi guía de turistas, ‘Tú corre. Aquí está tu boleto, entras y corre para que lo puedas ver sola’. En el convoy iban 3 mil, 4 mil turistas, así que corrí y pude entrar sola. Una experiencia única. Como llevaba toda esta carga de haberlo leído, me lo imaginaba, lo vi en fotos de niña y cuando llegué me cambió la perspectiva”.

¿Qué le ha cambiado en su persona estos viajes?

“La perspectiva de lo que lees y también le pongo soundtrack a mis viajes y a mi vida, voy haciendo carpetas por meses”.

¿Cuántos viajes ha hecho?

“Bastantes. Los dos años que viví en Europa también me permitieron viajar mucho por toda la región. Deudas de viajes que no he podido hacer son Rusia, Petra, en Jordania; y Machu Picchu. Son las deudas más grandes que tengo de viajes pendientes”.

¿Qué otro pendiente tiene?

“Ir a África y hacer un safari. Hay un lugar en Etiopía que es como la Jerusalén africana. La hicieron hacia abajo, rascaron y (hay) un complejo de iglesias; quiero ver eso y la migración de los animales”.

¿Con quién viaja?

“Sola. Sí con amigos, pero he viajado más sola. Me gusta viajar sola. El único problema de viajar solo son las fotos, pero nunca falta un chino que te tome la foto y aparte son buenísimos. Ese es el único conflicto. Portugal lo crucé sola en 18 días”.

¿Cómo cubre sus recorridos?

“En tren, bus, rentar auto no me gusta mucho. Lo hicimos una vez porque según nosotros íbamos a ir de Barcelona a Croacia por carretera. Según íbamos a hacer siete días, nunca llegamos a Croacia. Fue: ‘¿y si nos quedamos otro día en este pueblito?’. Nunca llegamos. Ya cuando íbamos en el día. diez acordamos regresar porque ya íbamos a volver a la escuela”.

¿Qué otras cosas le han dejado los viajes?

“La experiencia. Es lo mejor que te puedes llevar. A mí en diciembre me sacaron un tumor y te ‘apanicas’ porque piensas que va a ser cáncer, y más porque en mi familia hay antecedentes. Cuando estás en el proceso de saber qué es, dices, ‘pues qué me voy a llevar’, y en realidad te llevas solo lo que has visto, lo que has vivido, lo que has guardado, lo que comas. Por ejemplo, cuando viajo solo dices ‘me agarro cuatro días de comer Mc’Donalds y el último día como debe ser’. De a de veras, es lo único que te llevas”.

mpl