Odisea Covid
Así como en la mitología griega, Ulises enfrentó una serie de aventuras para poder llegar a su destino, hoy cada ser humano vive una Odisea en esta pandemia llena de penalidades, dificultades y oportunidades de todo tipo.
En este viaje, sentir miedo a lo desconocido es lo más cotidiano.
A la par, hay que cuidarse de no “naufragar” tomando las medidas necesarias para mantener la salud, gastar lo necesario, mantener la liquidez, contar con buen estado de ánimo para no estar inmunodeprimidos y adaptarse a un nuevo formato de vida con las recomendaciones sanitarias.
En este periplo, hay que ser soberanos de nosotros mismos con absoluta responsabilidad de lo que hacemos.
Por momentos, hay quienes se sienten perdidos en su propio espacio, luchando con dilemas: salir o no; convivir o no; tener sexo o no; comer o hacer ejercicio, ser productivo y proactivo.
El mundo se va quedando sin las opciones establecidas y nos obliga a transformarnos en nuestra mejor versión a la velocidad de la luz.
Un claro ejemplo es la economía, que como consecuencia de todo lo anterior, se ha movido de forma inesperada creando nuevas generaciones de millonarios cibernéticos, mientras otras empresas empobrecidas van sin rumbo por no lograr subirse a tiempo a la digitalización en una sociedad colapsada en la desorientación.
Para dar buen término a la desventura de la pandemia hay que seguir remando, aunque no se tenga el viento a favor.
Esperar a que pase el mal tiempo, pero sin dejarse vencer por el cansancio, porque todos vamos en la misma búsqueda: recuperar la confianza en los avances para controlar esta pandemia sin quedar atrapados en pensamientos o sentimientos catastróficos.
La alternativa es formar parte de una especie fortalecida, que sobrevive en un nuevo orden político, económico y socio emocional, en el cual las formas de dimensionar la vida y los afectos están cambiando para valorar más el amor, la familia y la salud.
Esta odisea todavía no termina, la interrogante es si lograremos reinventarnos.
MIRIAM COLÍN Y VANESSA AGUILAR
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