Madrid-Lisboa en tren directo en seis horas para 2027... y AVE en tres horas en 2034
El pasado mes de abril, el Parlamento Europeo aprobó la revisión del Plan para la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T). El documento recoge que la línea de alta velocidad entre Madrid y Lisboa debería estar lista para 2030. Pero ni los más optimistas a uno y otro lado de la frontera hispano-portuguesa creen que sea posible alcanzar tal objetivo. De hecho, el Gobierno luso acaba de anunciar un plan de alta velocidad entre Lisboa y Madrid para que dentro de diez años, esta conexión ferroviaria sea de tres horas, con el objetivo de dar una alternativa a los vuelos diarios entre ambas capitales.
Es decir, el AVE entre Madrid y Lisboa no estaría operativo hasta 2034. Entre otros motivos, porque es preciso construir un nuevo puente sobre el río Tajo para entrar en Lisboa que tardará un mínimo de nueve años en construirse y, a día de hoy, ni siquiera está planificado. Y por eso se trabaja ya en un acuerdo que permita una solución intermedia entre las aproximadamente tres horas que se tardará en viajar en tren cuando ambas capitales ibéricas estén conectadas por alta velocidad y las nueve horas y media y dos trasbordos que hay que hacer en la actualidad.
España ha solicitado a la Comisión Europea lo que en la jerga de Bruselas se conoce como "Decisión de implementación" y que no es otra cosa que una redefinición de los plazos para el proyecto. La idea del Ejecutivo, como explicó recientemente en un foro José Antonio Sebastián, comisionado del Corredor Atlántico, en el que se incluye la línea entre las dos capitales, es tener para 2032, con motivo del Mundial de fútbol que van a organizar España y Portugal junto a Marruecos, una conexión directa y a la mayor velocidad posible entre Madrid y Lisboa.
El Gobierno quiere arrancar el compromiso de que, para 2027, esa conexión se pueda realizar con un tren directo en seis horas con independencia del modelo de tren que transite por las vías, para lo que trabaja en una doble vía. Por una parte, el Ministerio de Transportes trabaja en las obras para llevar el AVE hasta la frontera. Hasta el momento, ya hay construidos 150 kilómetros entre Plasencia, Cáceres y Badajoz. El embudo en la línea está ahora en Castilla-La Mancha. A finales de abril, el ministro de Transportes, Óscar Puente, aseguró que se están ultimando los trámites para lanzar la construcción de los tramos a su paso por esta comunidad autónoma, lo que incluye la conclusión de las dos declaraciones de impacto ambiental necesarias y la definición de los trazados.
Desembarco de Renfe
Como explicó Sebastián, su idea es avanzar en los trabajos e ir construyendo la línea por tramos, de tal manera que los trenes puedan empezar a circular en cuanto estén disponibles alternando las vías convencionales con las de alta velocidad para ir así recortando poco a poco los tiempos de viaje. Para ello, Renfe cuenta con el Talgo S-730, un tren muy versátil dada su capacidad para circular por ambos anchos de vía por su rodadura desplazable; y por vías electrificadas o que todavía no cuenten con catenaria dada su condición híbrida de tren eléctrico y diésel. Ambos requisitos son ahora mismo necesarias dado el estado en el que se encuentran las infraestructuras ferroviarias en Extremadura y Castilla-La Mancha.
En paralelo a la construcción de la infraestructura, Renfe se está sacando la licencia y el certificado de seguridad para poder operar en Portugal y que así se pueda disponer del tren de forma directa en 2027. Hasta ahora, Portugal había no daba prioridad a la conexión con Madrid, pero con el nuevo Gobierno esto va a cambiar, sin renunciar además a la alta velocidad hacia el norte del país y Galicia. El nuevo plan de alta velocidad aprobado por Portugal, que incluye conexiones con Badajoz y Plasencia, busca unir, además, Vigo con Oporto en 50 minutos y esta última con Lisboa en 1:15 horas. Con estas alternativas, se podrían reducir los 40 vuelos diarios entre Lisboa y Madrid y una veintena entre Oporto y Lisboa.