Rusia prepara una bomba migratoria contra Finlandia
Según ha informado la agencia Reuters el gobierno finlandés está dispuesto a actuar para gestionar una situación que, a largo plazo, corre el riesgo de convertirse en una mecha socialmente explosiva
Finlandia está siguiendo atentamente lo que ocurre a lo largo de la frontera que la separa del territorio controlado por Moscú. Un aumento inesperado y repentino del número de solicitantes de asilo procedentes de terceros países y en tránsito por Rusia ha puesto en alerta a Helsinki, que está dispuesta a actuar y a tomar medidas contra lo que podría ser un intento ruso de desestabilizar la nación del norte de Europa mediante el arma de la migración.
Según ha informado la agencia Reuters el gobierno finlandés está dispuesto a actuar para gestionar una situación que, a largo plazo, corre el riesgo de convertirse en una mecha socialmente explosiva.
''Una maniobra orquestada por Rusia''
"El número ha aumentado significativamente en poco tiempo. Las autoridades rusas han cambiado su forma de trabajar para permitir la entrada a Finlandia a pesar de la falta de documentos, lo que constituye una entrada ilegal", ha explicado la ministra del Interior finlandesa, Mari Rantanen.
Según los números de las autoridades finlandesas, desde el lunes ya han llegado más de 60 solicitantes de asilo procedentes de Rusia, una cifra que contrasta con el total de las 91 personas que llegaron sin los documentos requeridos entre el 1 de agosto y el 12 de noviembre.
Algunos portavoces de las autoridades finlandesas, según el sitio web 'Err', afirman que detrás de este aumento de inmigrantes que se dirigen a Finlandia podría haber una maniobra orquestada por Rusia. Jukka Lukkari, subcomandante de la guardia fronteriza del sudeste de Finlandia, subrayó a la emisora pública 'Yle' que la situación sigue en calma, aunque las cifras hayan aumentado. "En la última semana ha habido alrededor de 30 llegadas. Se trata claramente de un fenómeno creciente"
La guardia fronteriza finlandesa, por el momento, sigue de cerca la evolución de la situación y evalúa, día tras día y junto con otras autoridades de seguridad, la naturaleza y los efectos del actual fenómeno sobre el orden público y la seguridad en Finlandia.