De la Fuente, con su grupo de confianza
Uno de ellos es Mikel Oyarzabal, que será el cuarto capitán de la Roja ante las ausencias de los que han llevado el brazalete en los últimos años. Oyarzabal es capitán por designación del seleccionador. Dice De la Fuente que le gusta dar «un toque personal» en la capitanía. Y ese es el delantero de la Real, uno de los futbolistas con los que fue campeón de Europa sub’21 y medalla de plata olímpica en Tokio. Entonces eran Ceballos y Vallejo los capitanes, pero Vallejo está muy lejos de la selección y Ceballos no ha conseguido todavía tener el mismo peso que Oyarzabal en la Roja. Por delante están Morata, Carvajal y Rodri porque se sigue respetando la antigüedad para elegir al capitán.
Morata se muestra orgulloso de ser el nuevo capitán de España, pero la responsabilidad no le cambia el día a día. «Toca ser un poco más el hilo conductor entre el míster y la plantilla, algún mensaje de whatsapp para horarios, para visitas o algo así. Estoy orgulloso y estoy contento, pero no implica mucho más. Hay gente que llevamos mas tiempo aquí y tenemos que transmitir que nunca se sabe cuándo va a ser la última vez que vas a venir. He jugado mi primer Mundial con 30 años y no sé si va a ser también el ultimo», dice.
«El liderazgo se gana y no se regala. A la gente que tiene ese toque para ser líder se la ve en seguida y Mikel es uno de ellos», reconoce el seleccionador. La elección de Oyarzabal es una muestra de la importancia que el nuevo seleccionador concede a su círculo de confianza, un grupo de jugadores que, aparte del futbolista de la Real, se concentran en el centro del campo.
Allí aparecen Ceballos, Fabián y Mikel Merino, tres futbolistas que han acompañado a De la Fuente en todas las categorías y que regresan a la absoluta de su mano. Los tres contaron en su momento para Luis Enrique, pero sólo Fabián estuvo en la fase final de la Eurocopa y ninguno de los tres en el Mundial. A ellos se suman Rodri, que ya fue finalista del Europeo sub’21 con De la Fuente al mando, y Zubimendi, al que entrenó en la sub’21 y en la olímpica.
«Vienes con la esperanza y las ganas de hacerlo bien, pero al mismo tiempo con la ilusión de que vuelves a encontrarte con viejos amigos y conocidos: Rodri, Fabi, Dani Ceballos, son todos gente que he coincidido con ellos desde sub’19, aparte de que tengo muy buen recuerdo de estar con ellos, hemos sido campeones y eso siempre aumenta la ilusión», reconoce Mikel Merino.
De la Fuente es un seleccionador que no tiene que hacer un grupo nuevo. Cuenta con el suyo al que también pertenecen jugadores como Kepa o Pedri y Bryan Gil, que han tenido que renunciar a la convocatoria por lesión. Igual que Unai Simón.
Rodri, Merino y Ceballos ya formaban el centro del campo en la selección sub’19 campeona de Europa en 2015. También estaba Asensio en una selección que terminaba en Borja Mayoral y en la que Unai Simón se alternaba con Sivera en la portería. Fabián se unió al grupo para la Eurocopa de 2019. Igual que Dani Olmo.
Gayá, del que De la Fuente llamó en su primera convocatoria, es otro de los que forman parte de ese núcleo que el seleccionador ha ido formando con los años y del que ahora disfruta en la absoluta. Todo ayuda a que De la Fuente asuma con tranquilidad su nuevo puesto. «Yo estoy encantado, disfrutando, viviendo una situación incomparable, pero con tranquilidad y normalidad. No hay más que ver el sentimiento y la repercusión que tiene la selección absoluta. Pero no me genera ninguna situación de estrés. La responsabilidad ha sido uno de mis puntos más reconocibles. Cuando estaba con la sub’19, con la sub’21, con la olímpica y ahora», advierte el seleccionador.
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