Cumbre en Madrid

Hoy comienza en Madrid la Cumbre sobre el clima que la ONU organiza anualmente, una reunión que debería haberse realizado en Santiago de Chile, pero los disturbios que sacuden al país andino, y tantos otros –Foro de São Paulo– lo han impedido. Durante 12 días, delegaciones de todo el mundo, incluidos más de 50 máximos dignatarios, debatirán acerca de los riesgos del cambio climático para la humanidad, y cómo prevenirlos. El objetivo: preservar el planeta por nuestra generación como un mundo habitable para las venideras. Ciertamente, el calentamiento global, las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, la energía nuclear y las renovables…, son cuestiones de tal magnitud, que merecen ocuparnos de ellas. Pero algunos planteamientos de la comunidad científica parecen imponerse por los políticos como dogmas de una nueva religión climática. Y son tantos y tan importantes los intereses económicos en juego a la hora de decidir la estrategia y el objetivo a seguir, que una cierta reserva está justificada. De cualquier modo, se trata de una gran oportunidad para Madrid, de cara a su consolidación como capital de referencia mundial en la organización de eventos internacionales. Su entrada en el cuadro de honor climático, junto a las conclusiones de Kioto y París, sería el pasaporte para ello. Madrid espera la anunciada llegada de la profeta Greta, mientras el procés y Ada Colau postergan Barcelona como actriz secundaria en el reparto mundial de Ferias y Congresos.