La cosecha de cereales bajará un 30% en relación a 2018
La cosecha de cereales de otoño invierno, que ya lleva varias semanas recogiéndose en la mitad sur de la Península Ibérica, va a ser muy inferior a la del año pasado, de acuerdo con las primeras estimaciones que han realizado desde la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (ACCOE) y las cooperativas. Los comerciantes estiman que la producción será de 12,95 millones de toneladas, lo que supondría un recorte del 30% en relación con las cifras alcanzadas el pasado año; también estaría por debajo de la media registrada en los tres últimos años.
Hay recortes significativos en todos los tipos de grano: en trigo blando se recogerán 4,4 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 25,3%; en trigo duro se cosecharán solo 848.369 toneladas, un 40% menos, mientras que de cebada se esperan 6,2 millones, con una caída del 27,4%. La producción de avena se quedará en 773.042, lo que supondrá un recorte de aproximadamente el 50%, mientras que la de centeno ascenderá a 252.174 y la de triticale llegará a 419.182, con bajadas del 26 y 48%, respectivamente.
Esta situación se debe a las condiciones climatológicas que se han registrado durante los últimos meses y principalmente a la sequía y a las olas de calor registradas el pasado mes de mayo, que han provocado un importante recorte de los rendimientos en todas las comunidades autónomas productoras, especialmente en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón y ciertas comarcas de Andalucía.
Algunos ejemplos: en Castilla y León, primera productora de trigo blando y de cebada, se registrará un descenso de más del 30% respecto al año pasado en la primera y de casi el 25% en la segunda; en Andalucía, la cosecha de trigo duro tendrá un recorte del 36,75%, según los comerciantes, y en Castilla-La Mancha la producción de avena muestra un descenso del 47%.
Las cooperativas, por su parte, apuntan a una cosecha algo superior, ya que estiman que será de 14,3 millones de toneladas, aunque insisten en que se trata de una primera previsión que podría revisarse algo más adelante a la baja. Mientras tanto, la evolución de los precios depende mucho de lo que sucede en los principales mercados internacionales. Durante la semana pasada las lonjas reflejaron subidas de precios con algunas repeticiones y también bajadas. Mientras tanto, en el mercado real abundaron las bajadas y repeticiones, según los operadores, en línea con lo sucedido en los mercados exteriores.