Aviso de Transparencia Internacional a Sánchez: La regeneración democrática "no ha sido efectiva"
Transparencia Internacional sitúa a España a la cola de los países de la Unión Europea en materia de corrupción. De 28 países miembros, nuestro país se encuentra en el puesto número 20, junto a Letonia, en cuanto a países que menos frenan con iniciativas esta lacra. Así se desprende según el informe de Transparencia Internancional correspondiente a 2018, que ha hecho hoy público el organismo y que reprende explícitamente al Gobierno de Pedro Sánchez por, a pesar de llevar solo ocho meses en el Gobierno, no haber tomado “medidas sustanciales” en la lucha contra la corrupción.
Este ránking supone para el Gobierno de Pedro Sánchez un primer aviso. Transparencia reprocha así al Ejecutivo socialista la falta de medidas para luchar contra este asunto, un presidente que llegó a La Moncloa en mayo después de promover una moción de censura motivada por la supuesta corrupción del gobierno anterior. Un hecho duramente criticado por el Comité de Dirección de Transparencia Internacional. “La regeneración democrática prometida en la moción de censura no ha sido realmente efectiva", criticó, su director Manuel Villoria.
Así, según este informe, el Gobierno aún no ha logrado salvar ni emprender medidas importantes para parar este defecto de la democracia ni regenerar el Estado. Según el indice internacional España se sitúa en el cómputo global junto a Georgia, Letonia, San Vicente y Las Granadinas y en el ámbito de la Unión Europea se ubica, junto a Letonia, en el puesto número 20 de los 28 países. En cuanto a la valoración global, comparado con 180 países, España se encuentra en el puesto 41, con una puntuación de 58 sobre 100. Para la presidenta de Transparencia Internacional España, Silvina Bacigalupo, este último dato es el “más preocupante”, porque desde 2012 España ha caído del puesto número 12 al 20 a nivel europeo. En concreto, en 2018 España se encuentra por debajo de Chipre y República Checa, países con los que compartía la misma puntuación el año pasado. Así, la lucha contra la corrupción sigue siendo una de las asignaturas pendientes para España a pesar del cambio de Gobierno. Según la defensa de este organismo España no ha tomado “medidas sustanciales” en la materia. "Es cierto que es un gobierno con una mayoría parlamentaria muy débil, pero esperábamos que por lo menos se lanzara en la estrategia frente a la corrupción de acuerdo con la Convención de Naciones Unidas", explicó Villoria.
El organismo internacional recuerda que a pesar de sus intenciones, Sánchez no ha aprobado. "Una debilidad parlamentaria no debería ser un handicap para sacar con consenso de las fuerzas políticas un plan integral en la lucha contra la corrupción", apuntaba Bacigalupo, que pone hincapie en las medidas defendidas por los socialistas como la reforma del Código Penal. "Apostar por el Código Penal como la gran herramienta es un error, porque siempre llega tarde", por lo que "es necesario trabajar en la prevención". Recomienda este organismo a España un plan integral de lucha contra la corrupción, una reforma de la Ley de Transparencia, implementar el reglamento de dicha normativa, promover un sistema legal de protección a las personas denunciantes y la regulación de los lobbys, entre otras reformas. "Mientras esto siga así se mina la democracia", resaltó.
Cierto que la calificación de España en este índice mejora “levemente” respecto a 2017, que se situaba a nivel mundial en el puesto 41 con 57 puntos y ahora en el puesto 41, y si se compara en el periodo 2012-2018 también mejora. España ha caído siete puntos, es decir de 65 en 2012 a los 58 de 2018. A nivel Global las primeras posiciones del índice la socupan Dinamarca y Nueva Zelanda, con 88 y 87 puntos, respectivamente, mientras que los últimos puestos son ocupados por Somalia, Siria y Sudán del Sur, con 10, 13 y 13 puntos, respectivamente. En cuanto a las regiones, Europa occidental y la Unión Europea tiene las mejores puntuaciones (66 puntos de media) y África es la que cuenta con la media más baja (32 puntos).
Además de la crítica para el Gobierno español, el organismo internancional también destaca pone sobreaviso a los políticos, sobre los cuales pesa -a su juicio- el ascenso de los partidos de extrema derecha. Según defendieron ayer, el deterioro en la confianza en las instituciones es uno de los aspectos que "explica que determinadas políticas extremistas estén entrando en los parlamentos autonómicos, en consecuencia empiecen a tener éxito y se sitúen en el centro de la vida política nacional". Señalaba la presidenta de Transparencia Internacional España a los políticos como principal motivo: "probablemente no asumen los valores democráticos o usan las emociones para generar pulsiones irracionales que pueden llevar a conflictos de convivencia". Para esta institución, los políticos “han adoptado el discurso en la lucha contra la corrupción pero no han adoptado la agenda".