Tito Ortiz, de Reus a Noruega para sobrevivir
«Me da mucha pena porque el club está por encima de las personas y en este caso hemos tenido la mala suerte de que los dirigentes del Reus han sido un auténtico desastre. Los más perjudicados somos los futbolistas y los aficionados porque el club tiene más de 100 años de historia y por culpa de una mala gestión de la junta directiva, está prácticamente al borde de la desaparición », dice Tito Ortiz , ex jugador del Reus, nada más enterarse de la resolución del Juez de Disciplina Social de LaLiga que decidió expulsar al club catalán de Segunda División después de no jugar los partidos ante Las Palmas y Albacete. También le aparta tres temporadas del fútbol profesional y le impone una multa de 250.000 euros. «Es una situación que más o menos se preveía, dada las circunstancias que yo viví allí», afirma con mezcla de resignación y tristeza un futbolista que en diciembre tuvo que hacer las maletas dirección Noruega, donde actualmente compite en Primera División. «Mi prioridad era seguir en Segunda en España, pero no había jugado nada hasta diciembre. Se me presentó esta oportunidad y me animé a vivir esta nueva experiencia», cuenta Tito Ortiz, que en el país nórdico ha vuelto a sentirse futbolista.
El centrocampista, pese a todo, no puede dejar de pensar que, al igual que la mayoría de sus ex compañeros, se le adeudan nóminas de su etapa en el Reus desde septiembre. «Tengo dos hijos y estoy pasando unas circunstancias complicadas. En ningún momento me han ayudado ni me han apoyado», añade y no duda en recalcar la poca «humanidad» que ha tenido el club con sus jugadores.
Una situación nada fácil para un futbolista que ya en el mes de agosto vio cómo se quedaba sin ficha. «No fue un problema mío, sino del club que no presentó los avales en el control económico de LaLiga», añade Tito que en los últimos meses ha vivido una pesadilla. No jugaba y encima dejó de cobrar. «La temporada pasada iba todo perfecto. Conseguimos salvarnos cinco jornadas antes de acabar la competición. Acababa contrato y renové por una temporada más. Es sorprendente que en una temporada en la que todo iba bien nos plantemos en agosto y no puedan presentar los avales para que todos los jugadores iniciasen la competición», señala el ahora jugador del Sandefjord Football noruego.
Desde que llegó a su nuevo equipo nadie vinculado al Reus se ha puesto en contacto con él. Ni el ya expresidente Joan Oliver, que «ojalá nunca hubiera llegado al club», ni los nuevos propietarios de quienes no se sabe a ciencia cierta si seguirán al frente de la entidad después de conocer la sanción dictada por el Juez de LaLiga. «El otro día en una entrevista comentaban que Oliver les había engañado en algunos puntos de la venta y yo me pregunto: ''¿Cómo puedes comprar un club sin tener previamente un control de todas las cuentas y de todas las deudas que tiene la entidad en este momento?'' Ellos creían que la deuda era de cinco millones y al final resulta que son siete. Yo no invierto en una empresa si no estoy cien por cien al tanto de todas sus cuentas. Eso por un lado me sorprendió y por otro, que lo haya comprado en una situación tan extrema... Con la sanción, el valor del club va a caer en picado», añade Tito. Está seguro que con nuevas caras al frente de la dirección, el Reus volverá al lugar que se merece. A Oliver prefiere no encontrárselo porque «todo lo que nos decía era mentira».