Un Liceu que quiere innovarse
Pese a que no tomará posesión de su cargo hasta el próximo 2 de septiembre, Víctor Garcia de Gomar ya está trabajando en su proyecto como director artístico del Gran Teatre del Liceu. Quien será sustituto de Christina Scheppelmann presentó ayer su propuesta para el coliseo barcelonés, un programa que se sustenta en cuatro ejes fundamentales: teatro, programa educativo, público e innovación.
Un emocionado Garcia de Gomar explicó ayer que su llegada al Liceu supone el punto álgido de «una historia de amor que empezó hace treinta años, cuando vine aquí a ver una representación de “Così fan tutte” y deseé ser cantante de ópera. Llegar aquí es como acabar de unir todos los puntos».
Su intención es convertir el Liceu en un «espacio de reflexión» en el que abrir un «debate profundo» sobre el papel del arte, además de ser «un centro cultural con capacidad de transformar a las personas» y con una programación que «dé sentido al mundo de hoy».
Para el nuevo director artístico del Gran Teatre del Liceu dos de las claves de su proyecto es el fomento de la creación y la innovación de la temporada primera que dirigirá Garcia de Gomar, es decir, la 2019-2020. La nueva dirección artística quiere poroponer una mirada que vaya mucho más allá de la propia narrativa de la música y de la ópera, permitiendo una mirada de 360 grados en la que también tengan espacio otras artes. «El teatro debe ser más sensible y reactivo cpm su entorno y debe proponer una programación para todos», dijo.
En la propuesta de Garcia de Gomar se incluye la creación de la residencia de artistas ilustres, ya sean directores de orquesta, artistas visuales o compositores, que podrán desarrollar un programa artístico, gráfico, plástico... Para ello será fundamental la participación de Àlex Ollé como asesor artístico, además de una mesa de diálogo en la que estarán el director general del Liceu Valentí Oviedo y el director musical Josep Pons, quienes respaldaron ayer con su presencia a quien es el nuevo responsable de la dirección artística del coliseo.
Otro de los proyectos destacados es el denominado Opera Studio, que Garcia define como una suerte de «incubadora».
Respecto al repertorio que Garcia de Gomar quiere programar, avanzó que su intención es que haya un «equilibrio» entre piezas clásicas y de nueva creación, intentando encontrar nuevos públicos, con creaciones interculturales, sin olvidar que Barcelona es una ciudad mediterránea.
Tampoco dejó pasar que hay que reivindicar el pasado y que el teatro debe aspirar a mantener los momentos históricos protagonizados por figuras como Pau Casals, Maria Callas, Igor Stravinsky o Montserrat Caballé.
En cuanto al papel que puedan tener tanto el coro como la orquesta en esta nueva etapa, el director artístico los quiso calificar como los «embajadores» del gran coliseo barcelonés. Asimismo sostuvo que deben situarse en el «centro de la vida artística», bajo el liderazgo de la batuta de Josep Pons.
La danza es otro de los géneros que tendrá su peso en la programación de García de Gomar, quien, igual que ha hecho en el Palau de la Música, es partidario de que las diferentes artes interactúen.