Puig y Ábalos pactan el nuevo convenio para el Parque Central sin Ribó
La «inauguración» del Parque Central de Valencia acabó ayer con un sabor amargo para el alcalde Joan Ribó que, como dijo en su día otro presidente, se enteró (ante) la prensa del ninguneo de la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Fomento.
La cosa fue así: Cita programada para «visitar» el jardín a las cuatro y media de la tarde (el código ético de los socialistas y los de Compromís les impide inaugurar cosas, así que hablan de paseos o inspecciones) con presencia de los representantes de las tres Administraciones que ponen dinero en el que se considera el segundo pulmón verde de la ciudad.
Llega Ribó y minutos más tarde hacen lo propio el ministro del ramo, José Luis Ábalos, y el jefe del Consell, Ximo Puig. A continuación, recorrido por las límpidas y relucientes instalaciones y parlamentos para finalizar. Y es ahí donde Ábalos revela que se ha reunido con el Molt Honorable y que han concertado una cita para el próximo 11 de enero en la que tratarán la redacción del nuevo convenio del Parque Central en el que se recoja la segunda (y más ambiciosa y cara) fase de este proyecto.
Y Ribó aguantando el tipo con cara seria. «Se trata de una actuación necesaria para la recuperación de un espacio que ha dividido históricamente la ciudad en dos, pero que ahora actuará como gran eje vertebrador», dijo para advertir de que si no acomete rápido el soterramiento de las vías del tren «Valencia volverá a ser el semáforo de Europa».
Ni que sí ni que no. Ábalos dijo que ya hablarían de ello en la reunión del día 11. «Infraestructuras como estas son consecuencia de muchas intervenciones, por parte de varias Administraciones, y trascienden a muchos Gobiernos».
De ese 60 por ciento de parque que queda por ejecutar, el Ministerio asumirá las infraestructuras que había aceptado anteriormente, como son la ejecución de un túnel pasante y una nueva estación central, que es lo que se tratará en la próxima cita, previsiblemente esta vez a tres. La idea es renovar el convenio de 2003, ya que entonces los costes «se estimaron como se estimaron». La estación central se presupuestó en unos 200 millones de euros, pero según estudios actuales el coste podría rondar los 1.096 millones.
Fuentes del Ayuntamiento recordaron que si bien celebran la apertura del jardín, a este «aún le queda mucho». Sobre la exclusión de Ribó en la reunión bilateral Ábalos-Puig señalaron con ironía que «habrá sido un despiste».