Volkswagen apuesta por soluciones de movilidad
La economía está dando un giro radical. Las subidas de impuestos, como la que penaliza a los automóviles con motores diésel anunciada por el Gobierno, así como el plan de «Madrid Central» que el Ayuntamiento de la capital de España pondrá en marcha próximamente, y que limitará inevitablemente el uso del coche particular, han generado no pocas incertidumbres entre los automovilistas. Iniciativas que han alarmado a los conductores y que les han hecho replantearse, incluso, su hábitos cotidianos.
Por ello, no es de extrañar que muchos ciudadanos hayan decidido posponer la compra de un vehículo nuevo hasta que, por lo menos, se resuelvan algunas incógnitas.
Vivimos, pues, en un contexto cambiante, en el que todo puede pasar. La sociedad actual está inmersa en una transición, en la que el modelo tradicional de propiedad está dando paso a otro en el que prima «el pago por uso», del que plataformas como Netflix o Spotify son claros ejemplos. Esta nueva mentalidad, cada vez más extendida, especialmente entre las nueva generaciones, de «pago por lo que necesito cuando lo preciso» también se ha trasladado a la automoción.
¿Por qué comprar un coche cuando es más rentable alquilarlo? Volkswagen ha entendido este cambio de paradigma en el consumo y lo ha trasladado a sus clientes, en un momento en el que éstos necesitan una nueva fórmula para conducir un coche, sin ligarse al mismo durante una década. No se trata exclusivamente de vender coches, sino de ofrecer a los clientes verdaderas soluciones de movilidad. Precisamente, para ofertar al conductor un servicio alternativo a la adquisición de un vehículo, Volkswagen ha lanzado «My Renting».
Se trata de una opción que permite al cliente disfrutar del coche sin más preocupaciones que conducirlo y sin tener que hacer los grandes desembolsos que requiere tener un automóvil en propiedad. Y es que tal y como destaca la compañía. «‘‘My Renting’’ no supone comprar un Volkswagen, sino vivirlo». ¿Cómo es posible? Por un lado, en la cuota mensual de este servicio está incluido el mantenimiento, así como posibles averías –siempre en red oficial–, el seguro a todo riesgo, la garantía, la asistencia en carretera, la gestión y pago de impuestos. Además, cada tres, cuatro o cinco años –dependiendo de la opción que mejor se adapta a las necesidades del cliente– se puede cambiar de vehículo por otro con la tecnología que mejor se adapte a sus necesidades en ese momento.