Casi 100.000 espectadores en la Seminci y Espiga de Oro para el canadiense Lesage
La Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), cerró su 63 edición con el registro de del festival ha registrado de, al menos, 97.500 espectadores, 4.000 más que en la edición pasada.
En esta ocasión, el cineasta canadiense Philippe Lesage se convirtió en el gran triunfador con «Genèse», su tercer largometraje de ficción, donde plantea un emocional fresco en torno al despertar del amor y del deseo. La película, que está pendiente de cerrar su distribución en España, se alzó con la Espiga de Oro, el premio al mejor director y el premio al mejor actor para Théodore Pellerin, a quien ya se pudo ver el año anterior en «Never Steady, Never Still».
Lesage, tras la lectura del palmarés aseguró que «en absoluto» esperaba algo así cuando viajó a Valladolid y afirmó sentirse «genial». «Con los premios lo que sucede es que siempre son absurdos hasta que los ganas tú”, bromeó el director.
Por otra parte, la Espiga de Plata recayó ex aequo en la película alemana «A la vuelta de la esquina», de Thomas Stuber, y la canadiense «The Miseducation of Cameron Post», de Desiree Akhavan. La primera se llevó además el premio Sociograph a la que más emociones despertó entre los espectadores de la Sección Oficial. El segundo filme se alzó también con el Premio de la Juventud.
Compromiso con el planeta
Asimismo, el premio Pilar Miró al mejor nuevo director fue para el búlgaro Milko Lazarov, por su segundo largometraje «Ága», que también se ha alzado con la primera Espiga Verde de este festival, concedida por su compromiso con el problema mundial del cambio climático y la degradación de espacios como el que presenta en su cinta.
El premio a mejor actriz recayó en manos de Halldóra Geirhardsdóttir por su trabajo en «La mujer en la montaña», mientras el premio Miguel Delibes al mejor guion viajó hasta Dinamarca con la obra «El culpable».
En cuanto a los cortometrajes, la Espiga de Oro y Mejor Corto Europeo fue para «Cadáver exquisito», de Stéphanie Lansaque y François Leroy; mientras que «Drzenia» (Temblores), de Dawid Bodzak, obtuvo la Espiga de Plata de esta categoría.
La exitosa edición de esta cita cultural internacional bajó el telón con la gala de clausura, en la que se proyectó la última obra del alemán Til Schweiger «Honey in the head», con la interpretación de Matt Dillon, entre otros.