«El deseo busca al corazón, pero es el razonamiento el que decide»

Lola Soriano entiende de emociones. Sabe de sentimientos. Hace brotar sensaciones. Lleva desde los 18 años trabajando en la ingeniería natural de las flores. Su floristería, «La Violeta», es una clásica de la plaza del Ayuntamiento de Valencia. Décadas y décadas, junto a su familia, haciendo lo que ama: llenar de color y aroma todos los rincones de la capital del Turia.

No obstante, el cuidado de un arte tan delicado como el de las flores no es la única dedicación de esta mujer, nacida en Alboraya en 1968. La escritura se ha convertido en una de sus grandes pasiones. Previamente, Soriano había publicado «Caminando en el amor» y «Reflexiones de un afiliado a un partido político», pero es ahora, con la publicación de su último libro, cuando está consiguiendo llegar a una mayor cantidad de público.

«La pareja ideal. Cómo encontrarla» es el resultado de meses de trabajo y sacrificio frente al papel en blanco. De horas y horas de reflexiones profundas que ahora quedan fijas en la eternidad gracias a la publicación del libro. La vida es un viaje sin principio ni final concreto que la autora ha tratado de plasmar a través de textos, poesías y aforismos. Se trata de un libro cuidado y mimado, cocinado a fuego lento y nacido para ayudar. Ese es el principal objetivo, que tanto Soriano como su entorno, pretende conseguir con «La pareja ideal»: ayudar desde la reflexión personal, desde la idea interna y con el conocimiento y experiencia del sabio. Al tenerlo en las manos, uno se convierte en alumno de vida, y se deja llevar por las historias en él narradas. Son todo sucesos verídicos y posibles, basados en hechos reales y reflejados en el día a día común.

El resultado de la lectura es una contínua lección de vida. Un aprendizaje constante y marcado por los acontecimientos diarios. Aprender a conocer nuestro entorno, saber perdonar y entender los comportamientos ajenos nos supondrán, como fin último, el saber quiénes somos nosotros mismos. De esta forma, como argumenta la autora, podremos saber qué queremos para nuestras vidas.

Lola Soriano no recurre a complejidades para hablar de temas tan humanos. La sencillez y facilidad es el motor de esta obra. La cercanía, otra de sus cualidades. Resulta imposible no sentirse identificado con alguno de los pasajes del libro. Ahí, en la humildad del que escribe para todos y a la vez para cada uno, reside la grandeza de «La pareja ideal».

Atiende a LA RAZÓN Comunitat Valenciana en unas fechas relativamente complejas. La campaña de Todos los Santos desborda el trabajo en la floristería, pero el libro también es protagonista este otoño. Según nos informa su entorno, en pocas semanas llegará la tercera edición. Está floreciendo con mucho esmero y cariño.

-¿Por que decidió escribir sobre vidas ajenas?

-Yo tuve amigas que ya no están aquí. Algunas están más lejos que otras. Me preguntaban sobre la vida. He comprendido que no les ayudé. Hoy espero que lo que he escrito, este libro, ayude ahora a muchas mujeres, y que no acaben lejos, o tan lejos.

-¿Qué opina de los jóvenes de hoy en día?

-Desde mis ojos, los veo maravillosos y repletos de cualidades. Llenos de ilusión y esperanza. Con ganas de absorber todo lo que los adultos estemos dispuestos a darles. Desde mi corazón veo personas que desean, sobre todo, amar.

-¿Qué papel juega el amor en nuestra vida?

-Es la base del ser humano. Es lo que nos ha hecho crecer y desarrollarnos. Es la única fuerza que arrastra la vida al máximo.

-Se puede apreciar en esas parejas que llevan tres o cuatro décadas juntas...

-Son la muestra de la comprensión y del respeto en su más álgida fusión. Es lo que deseo que llegue como mensaje escondido entre líneas: si quieres vivir en pareja debes tener capacidad de respeto. El arte de respetar y hacer que te respeten requiere amor. Amor hacia los demás y hacia ti mismo.

-¿Por qué las relaciones de las que escribe están situadas en momentos difíciles?

-Las relaciones deben ser fáciles y alegres. Las que yo describo son complicadas con conocimiento, para que quienes lo lean puedan ver entre sus letras el mensaje. Deseo que llegue a sus corazones, para que sus próximos días estén enfocados hacia relaciones valiosas.

-¿En qué consiste este camino que tanto se aprecia en la lectura del libro?

-Se trata del camino del aprendizaje. Absolutamente todo lo que nos ocurre, todo lo que vivimos, deja huella en nosotros. Debemos aprender a saber qué es bueno para nosotros, para nuestras vidas y nuestro entorno. Y, por supuesto, aprender y quedarnos con cada detalle que nos regale el día a día. Todo nos educa.

-Aquello de la media naranja, ¿es cierto?

-Ahí entramos en una cuestión complicada: ¿debe ser como tú, o debe complementarte? Cuando llega el amor, uno tiene que entregarse sin dejar de prestarse atención a sí mismo. Si tú eres ideal para alguien, alguien es ideal para ti. Seguro.

-Pero el amor no depende solo de la pareja. ¿O sí?

-El amor está en cada uno de nosotros y en cada relación personal, o incluso profesional, que establecemos. Hay amor entre amigos, entre compañeros de trabajo, entre vecinos, entre hermanos... Lo básico y esencial siempre será poner en práctica la humanidad. Es esto lo que nos mueve, y lo que yo pretendo transmitir a todo aquel que lea el libro.

-¿Es posible llegar a cambiar la sociedad con estos textos, aunque sea un poco?

-(Suspira profundamente) Yo no quiero que lo que escriba cambie a ninguna persona. Deseo, no obstante, que todo lo que lean de mí les sirva para ser más fuertes, valorarse y tomar decisiones positivas que les hagan disfrutar de la vida. Si haciendo eso se genera felicidad, y unos a otros nos respetamos y damos amor, posiblemente cambie la sociedad para mejor. Sin duda.

-Quizá somos, por lo general, un poco egoístas.

-Es inevitable. Pero amar no consiste en eso. Hay que vaciarse obligatoriamente. Conociéndose bien a uno mismo y no dejando que se aprovechen de nosotros, claro está. Pero lo fundamental para que el amor funcione es plantear el «tú», o el «nosotros», frente al «yo». Y, por encima de todo, el dar. Hay que dar mucho antes de pensar qué o cuánto se puede recibir.

-¿El libro plantea la solución de los problemas antes o después de que ocurran?

-Intento prevenir. Siempre prefiero prevenir a curar, como, imagino, la gran mayoría de personas. Eso no quiere decir que este libro no sirva para ayudar a gente que esté viviendo problemas o que haya vivido y no sea capaz de superarlos definitivamente. Es importante hacer ver que todo, más pronto o más tarde, acabará solucionándose. Y entender que muchas veces los problemas no son tan grandes como nos parecen.

-No es sencillo hablar sobre el amor y contentar a todos...

-Yo lo que intento es hacer frente a esos problemas, a esos muros, que todos inevitablemente debemos encarar en algún momento. Está claro que el amor, como hemos dicho ya, es muy variado y se puede manifestar de millones de formas. Prácticamente cada amor es diferente, igual que cada persona es diferente. Pero los problemas son mucho más comunes de lo que pensamos. Lo que pretendo, por tanto, es llegar hasta el fondo del problema desde el inicio. Y a partir de ahí, hacer ver que todo es posible y que somos capaces de cada cosa, cada objetivo que nos propongamos.

-¿Tiene pensado algún nuevo título para el futuro?

-(Convencida) Sí, sí que tengo pensado un siguiente libro. Es más, ya estoy escribiéndolo. Es un libro que fusiona la magia de la sensación con la necesidad del ser humano de amar. Lleva implícito un contenido de realidad que incluso yo, al escribirlo, me emociono.