La Junta sigue sin dar estadísticas sobre la formación profesional para el empleo
Las últimas estadísticas sobre formación profesional para el empleo elaboradas por la Junta de Andalucía se corresponden con el ejercicio 2014. La parálisis de los cursos de formación tras las presuntas irregularidades investigadas por varios juzgados conllevó la suspensión de las actividades formativas y, por tanto, que no se hayan generado nuevos datos sobre los usuarios. Pese a que en septiembre de 2017 se retomaron los cursos, un año después, la Junta sigue sin elaborar información estadística sobre este asunto, tal y como queda constatado en la página web en la que se publican estos informes.
Estos datos sirven para mostrar el número de beneficiarios de las acciones formativas, el tipo de cursos que se han impartido o los distintos colectivos a los que han ido destinados. Sirven también para analizar el éxito de esta planificación, aunque en el último informe de 2014 no figuran seguimientos sobre el nivel de inserción en el mercado laboral de las personas que recibieron los cursos.
De momento, la sensación es que la formación profesional para el empleo ha vuelto, en el mejor de los casos, a medio gas. De hecho, la Confederación de Empresas de Formación en Andalucía (Cecap-A) lamentó ayer que «la Junta haya devuelto al Estado cerca de 2.000 millones de euros» de los cursos para desempleados por su «incapacidad para gestionarlos». No es una denuncia nueva. En el periodo comprendido entre 2013 y 2016, el PP cifró en 2.365 millones la cantidad presupuestada «sin ejecutar» en esta materia.
Desde la patronal de empresas de formación, el presidente de Cecap-A, Antonio Naranjo, señaló a Ep que es «falso» que se haya reactivado la convocatoria de los cursos de formación en Andalucía porque la de 2016 se ha ejecutado «dos años más tarde y no en su totalidad». En 2019, advierten, tampoco hay convocatoria para la formación de desempleados.
En este contexto, la Junta sigue exigiendo al Gobierno central un plan de empleo especial para combatir la tasa de paro en la región, una de las más elevadas en la Unión Europea.