Eligen a la vallisoletana Verónica Casado mejor médico de familia del mundo
Tras haber sido elegida el pasado año la mejor médico de familia de Europa y de Iberoamérica, la vallisoletana Verónica Casado, ha sido reconocida ahora como la mejor médico de cabecera del mundo, por la Wonca, la Organización Mundial de la Medicina de Familia.
Un premio a toda una carrera de más de treinta años, que recogerá este sábado en Seúl, la capital de Corea del Sur, y que le convertirá en la primera española en conseguir este galardón.
Verónica Casado ejerce en el Centro de Salud de Parquesol de la capital vallisoletana, y se considera una médico de personas. «Me ocupo del hígado, del corazón o del catarro, pero siempre dentro de la persona, su familia y el contexto social», destaca.
Estar enamorado de lo que haces, que te guste el trabajo a pesar de su dureza por las situacioens tan duras que se viven, tener conocimientos y habilidades, y, sobre todo, grandes dosis de humanismo, de profesionalidad, de ética y de buna comunicación, son algunos de los ingredientes que, en su opinión, debe tener un profesional sanitario de familia para ejercer bien su profesión.
En cuanto a la situación actual de la Atención Primaria en España, en general, y en Castilla y León, en particular, Casado alerta de las dificultades existentes en la asistencia que se presta en los pueblos. «Tenemos a los profesionales recorriendo carreteras como locos con la accidentalidad que existe», denuncia. Aunque aporta soluciones: una atención a la demanda o centralizando ésta en determinados núcleos de población donde se puede trasladar a los pacientes. Asimismo, advierte de que la situación en la Sanidad urbana no es mucho mejor que la rural, debido al déficit de profesionales. Ella, por ejemplo, tiene 1.600 tarjetas sanitarias, 35 o 40 pacientes diarios que en épocas de pandemias pueden llegar a sesenta. Por ello, llama a cuidar la Atención Primaria para que el sistema no pierda calidad y porque, a su juicio, es la que ha demostrado una mayor eficiencia.