Muestran a los zamoranos los primeros auxilios para salvar vidas

Tras el éxito del pasado año, y ante la creciente demanda, la Diputación de Zamora pone en marcha de nuevo el programa «Salvando vidas en el medio rural».

La localidad zamorana de Bermillo de Sayago da este lunes el pistoletazo de salida a este curso de primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar, que se van a llevar a cabo en los próximos meses en una veintena de municipios zamoranos. Entre ellos, Corrales del Vino, Peñausende, Monfarracinos, Fresno de la Ribera, La Hiniesta, Fermoselle o Fuentelapeña.

Los participantes, de todas las edades, conocerán de una manera lúdica e incluso mediante dibujos animados, las distintas maniobras de reanimación que hay que hacer ante una parada cardiorespiratoria hasta la llegada de los servicios de emergencia. Y, a los niños, les enseñan también a guiarse a través de una llamada telefónica al 112. «Los primeros auxilios salvan vidas, y los cuatro minutos iniciales son determinantes», señala a LA RAZÓN José Manuel Vega, instructor del programa, quien asegura que lo más importante a la hora de afrontar una situación tan extrema como es una parada cardiorespiratoria es plantar cara al miedo y la inseguridad.

«La mayor parte de la gente que participa en este tipo de cursos tiene miedo a hacer daño, pero yo les digo que no hay que quedarse quieto, porque daño se hace cuando no haces nada», apunta Vega, quien destaca la importancia de presionar fuerte el pecho de la persona que acaba de sufrir una parada brusca e inesperada de la circulación sanguínea y de la respiración espontánea, para que semueva el oxígeno residual y llegue aire al cerebro. El instructor explica que el curso se divide en dos partes. Una primera, en la que se enseña a reconocer si una persona está consciente y respira. «Aquí trato de mentalizar a los participantes de este programa, de que ellos son los protagonistas, y que ante una situación de emergencia, su actitud puede salvar la vida de una persona», asegura.

La segunda parte de esta actividad, que dura alrededor de cinco horas «que se quedan cortas», asegura Vega», se centra en las técnicas de desobstrucción de la vía aéera así como en los cuidados que deben efectuar alpaciente ante cortes, picaduras, crisis compulsivas, mordeduras, quemaduras, cortes e incluso amputaciones.

Prevención en el hogar

El curso incluye este año como novedad, talleres sobre cómo prevenir accidentes domésticos. Con la llegada del invierno y, por ende, del frío, el programa se dirige a las personas mayores y prestará especial atención a los braseros y estufas, cuyo mal uso provocan decenas de muertes al año en España.

También se enseñará a prevenir escapes de gas, a colocar detectores de incendios e incluso a evitar tropezones por pavimentos deteriorados, irregularidades del suelo y alfombras y a mantener en perfecto estado al alumbrado interior. «Son cosas que no se suelen dar importancia, pero que si se hacen bien salvan también vidas y evitan muchas desgracias», finaliza Vega.