La ex mujer de Roman Abramovich concede su primera entrevista tras su separación

Irina y Roman Abramovich se conocieron cuando ella era azafata de la aerolínea «Aeroflot». Se casaron en 1991 y tuvieron cinco hijos (Anna, Arrkady, Sofía, Arina, Ilya). Durante su matrimonio vivían en una «jaula dorada», como ella misma describe, escoltados por guardias de seguridad debido al alto cargo de Roman, puesto que es el propietario del club de fútbol el Chelsea con sede en Londres. Irina se convirtió así en un personaje conocido. Siempre han intentado mantener un perfil bajo, aunque su estilo de vida no haya sido siempre tan privada como querían, tal y como confiesa en la primera entrevista que concede desde su divorcio con el magnate ruso.

Se separaron en 2007 y muchos lo consideran el «divorcio ideal». Ella misma lo asegura en una entrevista: «Estamos tratando de enseñar a nuestros hijos amabilidad, compasión y una capacidad de trabajo en equipo». «Nunca hemos dicho una mala palabra el uno del otro». No obstante, a pesar de llevar once años separada del propietario del Chelsea, Irina reconoce que sigue llevando un estilo de vida de lujos.

Roman Abramovich se volvió a casar una vez más y tuvo otros dos retoños. Él mismo confiesa que todos sus descendientes son buenos amigos y se llevan bien entre ellos. Pero no solo él se siente orgulloso a la hora de hablar de ellos, ya que Irina en la entrevista presume de las cualidades de sus hijos: «La mayor, Anna, de 26 años, está estudiando Filosofía en la Universidad de Columbia, Arkady, de 25, tiene un negocio exitoso; Sofía, de 21, conocida por ser una entusiasta amazona, se graduó en la Universidad de Londres; Arina, de 17, está terminando también la universidad y planea matricularse en una facultad de zoología en Australia; e Ilya, de 16, se forma en una escuela de Londres y ahora está estudiando para los exámenes de secundaria».