El PPCV reacciona de acuerdo con Madrid y el resto de partidos arremete contra Zaplana
Los máximos representantes del PPCV vivieron ayer una nueva jornada de conmoción y sorpresa por la detención del expresidente del partido y de la Generalitat, Eduardo Zaplana, lo que provocó la reacción inmediata a nivel orgánico al acordarse por parte del Comité de Derechos y Garantías la apertura de un expediente informativo para proceder a la suspensión de militancia.
Esta actuación, como afirmó María José Català, fue consensuada absolutamente con la Dirección nacional y recordó que estas medidas no son excepcionales, sino que están previstas en los estatutos cuando sucede una operación o una cuestión de estas característica.
Asimismo, expuso la conveniencia de ser prudentes respecto a las valoraciones porque no conocen el alcance de las detenciones ni del proceso. «Tenemos una información limitada, desconocemos cuantas personas hay implicadas. El PP ha afrontado la primera decisión con contundencia, dando la cara frente a los medios de comunicación y tomando una decisión difícil».
Terminó subrayando que la actuación del partido es un indicador de que «en el PP no nos vamos a poner de perfil frente a esta situación y en cuanto lo hemos conocido hemos adoptado las decisiones oportunas».
Por su parte, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, que tenía previsto asistir ayer por tarde a un acto sobre pensiones en el Casino de Agricultura de Valencia junto al portavoz del PP en el Ayuntamiento de la capital, Eusebio Monzó, no acudió aunque el acto se mantuvo.
Como era de esperar, todos los partidos de oposición al PP aprovecharon la ocasión a través de sus portavoces para arremeter contra la gestión de los Gobiernos durante los dos decenios que dirigieron la Comunitat. También el presidente Ximo Puig declaró que la Comunitat Valenciana haya vivido veinte años de Gobiernos del PP «trufados por una sistémica de la corrupción.»
Tras señalar que se encontraba impactado por las noticias, abogó por la prudencia hasta que se conozcan más datos, «aunque en todo caso es profundamente negativa la valoración de la situación que ha vivido la Comunitat en el pasado».
El portavoz socialista en Les Corts, Manolo Mata, reconoció que una noticia como esta «nunca es agradable, pero que estaba cantado que ocurriría».
La vicepresidenta y portavoz de Consell, Mónica Oltra, se expresó a través de Twitter para destacar que el único legado político que ha dejado a los valencianos es la corrupción. En ese mismo sentido se expresó el portavoz de Compromís, Fran Ferri «todo lo que ha gestionado el PP se ha convertido en un caso de corrupción».
Desde Ciudadanos, la síndica parlamentaria, Mari Carmen Sánchez, definió los acontecimientos como «una mala noticia. La corrupción, añadió, estaba asentada en el bipartidismo tradicional».
El secretario y portavoz parlamentario de Podem, Antonio Estañ, afirmó que era «muestra para qué se han estado utilizando las instituciones».
El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, aseguró que se trataba de información sensible en la que regía el secreto sumarial, por lo que convenía dejar trabajar a los agentes.
El alcalde de Benidorm, el popular Toni Pérez, calificó el suceso como un mazazo para él personalmente y para la ciudad. Expresó su dolor porque Zaplana «fue un referente la gestión municipal y autonómica».