El Seminario Diocesano de Valladolid visibiliza su cultura vocacional
Hasta este domingo, la Diócesis de Valladolid celebra la Semana del Seminario Diocesano con numerosas actividades religiosas, formativas, culturales y sociales, que pretenden visibilizar la labor de cultivo de la cultura vocacional que se lleva a cabo en este lugar, cuyo edificio cuenta con más de medio siglo de historia a sus espaldas.
Entre ellas, la exposición «Tesoros del Seminario» que se presentaba ayer, compuesta por una veintena de piezas entre cálices, custodias, manuscritos, óleos, breviarios, cartas, cantorales o cruces, donde destaca un cristo crucificado de marfil del siglo XVI, con la que el Seminario de Valladolid quiere dar a conocer el rico patrimonio artístico de que dispone, procedente de antiguos seminarios, bienes heredados o de la desamortización en los conventos.
Una oración de jóvenes, mañana miércoles; un homenaje a los sacerdotes más mayores de la Diócesis de Valladolid, los nacidos entre 1924 y 1925, durante la mañana del jueves y juegos para niños por la tarde; la proyección de la película «Red de libertad» y una posterior mesa redonda con la actriz Assumpta Serna y el productor del filme Antonio Piedra, el viernes; una asamblea de antiguos alumnos, misa y un concurso de tortillas y postres para el sábado; y la campaña del seminario en las parroquias el domingo, completan la programación prevista para celebrar la Semana del Seminario Diocesano de Valladolid.
Un centro en el que en estos momentos se forman para ser sacerdotes nueve seminaristas mayores -dos de ellos son diáconos que serán ordenados el último domingo de junio-, y otros 24 menores estudian allí Educación Secundaria y Bachillerato mientras buscan su vocación y esperan descubrir que es lo que Dios quiere de ellos. «No estamos aquí porque tiene que haber de todo. El Seminario existe porque tiene un plan y ofrece un ambiente formativo que cultiva y promociona la cultura vocacional con el que afirmamos la fraternidad y el amor y pretendemos aunar a personas abiertas a las familias cristianas», destacaba ayer Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid y rector del Seminario.
Alberto y Enrique son dos de estos jóvenes que se preparan en el Seminario de Valladolid. El primero, seminarista mayor, aseguraba que está cosolidando su vocación sacerdotal definitiva. Cuenta que su día a día pasa por la misa y la oración comunitaria además de su formación teológica y filosofal mientras que los fines de semana acude a parroquias, centros sanitarios para realizar una labor pastoral. El segundo, seminarista menor, dice haber llegado al centro con ganas de formarse y aprender, pero también de formar parte en el seminario de una familia.
De cara a próximas ediciones, Argüello avanzaba que el propósito de la Diócesis es el de homenajear también a aquellos vecinos de Valladolid que hayan demostrado un ejemplo de perseverancia y fidelidad en el matrimonio y otras facetas de la vida.