Acabar con el Modelo Alzira es una iniciativa «desquiciada» e «ideológica»
El plan de reversión del Modelo Alzira que devolverá a manos públicas la gestión del hospital de La Ribera el próximo año es una iniciativa «inusitada y desquiciada». Lo primero «porque va en contra de todos los informes favorables que avalan este sistema» y lo segundo, «por la forma en que se hace». Ramón Tamames, catedrático de Estructura Económica, y Ramiro Aurín, director general de la Asociación por la Excelencia de los Servicios Públicos, presentaron ayer el libro «Gobernanza de la salud pública. Excelencia o ideología» y arremetieron contra la Conselleria de Sanidad al declarar que en su decisión «predomina la ideología sobre la racionalidad», en palabras de Tamames.
El también doctor en Derecho vaticinó que el sistema público lo tendrá difícil si quiere mantener los mismos indicadores de calidad de los que presume ahora Ribera Salud (entre ellos, una lista de espera menor). «No se podrán cumplir». Así que aconsejó a la Generalitat que «se lo piense mejor» y dé marcha atrás en su idea de «recuperar» Alzira. «Habrá que ver si los que viene serán mejores que los que quieren expulsar. Ahí está la verdadera justicia y transparencia».
En el peor de los casos, Tamames propuso a Carmen Montón, consellera del ramo, que si mantiene su idea «que haya una licitación y Ribera Salud se presente como uno más». Además, abogó por realizar un sondeo con los comisionados y pacientes afectados a fin de conocer su opinión respecto a lo que el catedrático consideró «una oleada de populismo».
Por su parte, el director general de la Asociación por la Excelencia de los Servicios Públicos aseguró que «no se trata de destruir los beneficios del modelo público, si no de adaptar las ventajas de todos los modelos de gestión para continuar ofreciendo el mismo nivel de calidad en la sanidad».
En la presentación del libro estuvo también Alberto de Rosa, presidente de la Comisión de Cooperación Público Privada de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana CEV, quien lamentó el «desconocimiento y confusión sobre el funcionamiento de los modelos de colaboración público privada que cuentan con una larga trayectoria en España y en Europa en multitud de sectores, no solo el sanitario».
Enrique Linde, catedrático de Derecho Administrativo, corrobora en el libro que «ni debe demonizarse lo público ni lo privado; ambos son imprescindibles en el sistema político-jurídico-económico que nos hemos dado los españoles». Asimismo, el ex ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, expone en la obra las razones por las que este modelo de gestión es ventajoso para todos los agentes implicados. «La colaboración público-privada solventa la limitada capacidad en la prestación de ciertos servicios de algunos ámbitos públicos, el limitado grado de innovación de estos y la insuficiente calidad de algunos servicios».