Un monumento funerario en Los Gitanos devuelve a la duquesa de Alba «lo que dio a Sevilla»
En el tercer aniversario de su muerte, la ciudad de Sevilla y la hermandad de los Gitanos "han devuelto a la duquesa de Alba algo de lo que ella dio a Sevilla", en palabras del hermano mayor de la cofradía, Pepe Moreno, al inaugurar un monumento funerario en el templo donde reposan parte de sus cenizas.
El túmulo funerario, obra del imaginero José Antonio Navarro Arteaga con mármol de carrara pulido por la empresa almeriense Cuéllar, ha sido financiado con aportaciones de particulares -a través de una cuestación popular promovida por la hermandad- y donaciones de empresas.
El actual duque de Alba, Carlos Martínez de Irujo, y sus hermanos Cayetano y Fernando, además del viudo de la duquesa, Alfonso Díez, han asistido a una misa previa oficiada por el confesor de la duquesa, Ingacio Sánchez-Dalp, y a la bendición del monumento.
Cayetano Martínez de Irujo ha expresado el "enorme agradecimiento" de la familia ante "el cariño que le tiene la gente" a la duquesa y la emoción de "ver hecho realidad lo que ella pedía, que era poco, tener algo que represente lo que ella sentía por Sevilla por esta hermandad en cuyo templo quería estar enterrada".
El templo fue erigido en buena parte con ayuda financiera de la duquesa, devota de sus titulares, Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustas, de la que fue camarera de honor.
El autor del monumento -tallado en una sola pieza de mármol de cuatro toneladas que una vez pulido se quedó en dos-, ha explicado a los periodistas que el conjunto "está basado en el barroco sevillano con connotaciones renacentistas" y su objetivo ha sido reflejar "el sentir de la duquesa de Alba por Sevilla, por el arte y por esta devoción" de la hermandad de Los Gitanos.
Para ello, ha reflejado a seis ángeles -en alusión a sus seis hijos-, tres de ellos con atributos de sus "sentimientos y devoción" -representados por el pañuelo de la Virgen de las Angustias, la Fe y la Caridad-, y otros tres con atributos de sus "pasiones": una montera de la que cuelga una herradura (por su afición al toreo y los caballos), la Giralda (por su amor a, donde murió el 20 de noviembre de 2014 en su Palacio de las Dueñas) y las artes.
En el centro se leen unos versos dedicados a la duquesa por su amiga Isabel León, marquesa de Méritos y presidenta de la Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría.
"Nunca te irás de Sevilla/ porque ella te reclama/ siempre llevaste su nombre/ que con amor pronunciabas/ esculpida entre rosas/ como una flor sevillana./ El Señor de la Salud/ quiso con Él te encontraras/ para llevarte al Cielo/ junto a Angustias coronada,/ porque de Dueñas saliste/ y en el templo te quedabas,/ como la noche y el día/ que ni el viento los separan,/ quedan unidos dos nombres/ para la historia de España,/ uno se llama Sevilla/ y el otro es Cayetana", reza el texto.
En su homilía, Sánchez-Dalp ha recordado que hace tres años "Se iba la explosión de la vida" y los aplausos y gritos de su nombre al paso del féretro de la duquesa al Ayuntamiento de Sevilla, donde se instaló la capilla ardiente por la que pasaron decenas de miles de sevillanos a dar su último adiós a su "mejor embajadora".
"Dicen en Sevilla que Cayetana consiguió que la Giralda la echara de menos", ha dicho el sacerdote, que ha concluido apelando a su feligresa y amiga: "Hoy de nuevo te pones el mundo por montera nos ofreces un brindis desde el cielo no para pedir una oreja sino como pañuelo para enjugar nuestras lágrimas tres años después".
Tras la misa, se ha rezado una salve por "España y el Rey en estos momentos difíciles que si Cayetana hubiera vivido desde luego se hubiera muerto del susto" y se ha bendecido el monumento funerario.
Al acto han asistido amigos de Cayetana de Alba como la marquesa de Saltillo, Carmen Tello y Curro Romero, los diseñadores Victorio y Luccino o el relaciones públicas Carlos Telmo, además de empresarios de las firmas que han donado dinero para el monumento.