Sueño olímpico roto
Es bastante seguro que muchísimas personas, en algún momento de sus vidas, utilizaron frases motivadoras del tipo «la esperanza es lo último que se pierde» o «mientras haya vida, hay esperanza». Y es que suelen funcionar como aliento cuando nos aferramos a un deseo que cada vez parece más distante. Por eso, antes de dar algo por perdido o irrealizable, lo mejor es agotar hasta el último recurso y así, sea el final que sea, nuestras mentes descansarán más tranquilas.
Muy a tono con esta filosofía, Taymara Oropesa, la principal badmintonista de Cuba, viajó a Guatemala para intervenir en el Campeonato Panamericano del deporte, la oportunidad que le restaba para mantener con vida su sueño de estar, por primera vez, en unos Juegos Olímpicos.
Fue así que quedó bye en la primera ronda del concurso individual femenino y en la segunda enfrentó a la local Nikte Alejandra Sotomayor. Hace menos de un mes, ambas chocaron en la final del Torneo Internacional Giraldilla de La Habana, donde la holguinera se vistió de campeona, después de tres mangas.
A Nikte la revancha le llegó bastante rápido. Como mismo hizo Oropesa en la capital antillana, delante de su público, Sotomayor aprovechó en su tierra, con sus parciales, y derrotó a la visitante en dos períodos, primero 19-21 y luego más fácil, 5-21. De esta manera, la tenue luz al final del túnel desapareció para siempre y Taymara, tristemente, no estará en la edición olímpica de París, el próximo verano.
Sobre esta actuación y otras cuestiones vinculadas con el certamen, Juventud Rebelde conversó con Humberto Daudinot, coach de la selección nacional, quien declaró desde Cuba que el volante con que entrenó su alumna, durante más de una semana en un campamento de preparación en la sede, no fue el mismo utilizado en el torneo —más lento—, por lo que los ajustes efectuados no fueron muy útiles, pues falló muchos golpes en la net y los volantes se le quedaron cortos en varias ocasiones. Eso la sacó de paso y en el segundo set Sotomayor la aventajó por tres puntos, algo que la incomodó, mientras poco a poco el partido se le escapó, explicó.
«Antes de debutar, ella participó en una base de entrenamiento, invitada por la Confederación Panamericana, y yo no estuve de acuerdo, porque al ser en Guatemala, la iban a estudiar. Además, ella fue prácticamente la única atleta de nivel que intervino. Nikte no estuvo. Entonces Taymara enfrentó la competencia sola, sin ningún entrenador que la pudiera ayudar en ese segundo set o en aspectos técnicos.
«Estoy muy molesto porque es el sacrificio y el trabajo de un grupo de entrenadores. Teníamos la esperanza de clasificar, Nikte es la sexta de América en el ranking y Oropesa la séptima, está muy cerca. Si daban un wild card, existían posibilidades de asegurarlo. Creo que el boleto a París se hubiese conseguido de haber tenido el apoyo prometido por el Inder, tras la plata en los Centroamericanos y del Caribe de San Salvador y el bronce en los Panamericanos de Chile. Ella asistió sola este año, nada más, al torneo en Azerbaiyán y ahora en Guatemala, y no fue a los de Uganda y Portugal», dijo Daudinot.
En esta justa nuestro país también inscribió a Leyanis Contreras, Leandro Gil, Juan Carlos Bencomo, Roberto Carlos Herrera y Diosbel Tamayo, pero ellos no pudieron participar «por problemas con el presupuesto, según el Inder. Esta competencia estaba planificada desde el principio, el plan de entrenamiento fue basado en el Panamericano», apuntó Humberto.