La soledad de Messi
El capitán del Barça, que puede romper su contrato este verano, paga en la cancha la mala planificación deportiva y es la voz del vestuario ante la crisis institucional
Messi acabó derrengado y derrotado en San Mamés tras caer 1-0 en cuartos de la Copa. Jugó un buen partido y tuvo una influencia decisiva sobre el juego porque a su alrededor se fue agrandando el Barça y tuvo que retroceder el Athletic. Aunque a veces salió trompicado del regate —intentó 16 y salió airoso en siete—, falto de finura y de velocidad para armar el tiro, muy encimado por la excelente defensa de ayudas y bloqueos rojiblanca —perdió 28 veces la pelota, más que nadie—, dispuso de la mejor ocasión junto a un remate de Griezmann, ambos rechazados con los pies por Unai Simón. No acertó el 10 y el Barça quedó eliminado de la Copa. Ya son 271 los minutos que llevan los azulgrana sin anotar en San Mamés, pues su último gol allí data del 28 de octubre de 2017, obra de Paulinho.