El pleno del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha elevado a definitiva la propuesta del instructor del expediente abierto a Luis Rubiales y ha inhabilitado al expresidente de la Federación Española de Fútbol por un periodo de tres años , un castigo consecuencia de las dos propuestas de año y medio que había presentado el instructor por dos infracciones graves contra el decoro deportivo por parte del exdirigente. Una de año y medio por el beso no consentido a Jenni Hermoso y otra, por el mismo periodo, por el tocamiento de sus genitales en el palco durante la final del Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda. El daño a la marca España, según ha avanzado Iusport, ha sido determinante para imponer ambas sanciones a Luis Rubiales , que ya fue inhabilitado en su día por un periodo de tres años por parte de la FIFA. Ambos castigos serán cumplidos de de forma simultánea por el expresidente de la RFEF. Noticias Relacionadas estandar No Del beso a Jenni a los negocios con Piqué, la «cocaína en el maletero» o el presunto espionaje: todos los charcos de Rubiales al frente de la RFEF María Carbajo estandar No El lado más personal de Rubiales: sus estudios, su exmujer, las polémicas con sus novias y su pasado sindicalista María Albert La resolución del TAD llega después de que, el pasado 31 de agosto, este tribunal estimara parcialmente la denuncia presentada por el Consejo Superior de Deportes (CSD) contra Luis Rubiales y acordara abrir un expediente disciplinario al expresidente de la Federación de Fútbol por dos infracciones graves contra el decoro deportivo, descartando la 'muy grave' de abuso de autoridad. Rubiales, por su parte, había solicitado el archivo y sobreseimiento del expediente abierto por el TAD , que propuso dos sanciones , cada una de un año y seis meses , al considerar el beso a la internacional Jenni Hermoso y su gesto en el palco tras la final del Mundial femenino como 'infracciones graves' en virtud de la Ley del Deporte y la legislación de disciplina deportiva. En su recurso de alegaciones , de 18 páginas, la defensa de Rubiales argumentó que esas sanciones no se correspondían con lo razonado en el resto del texto de la propuesta de resolución, ya que, al contrario, aparecían «desconectadas» y proyectaban una petición «arbitraria» e «injustificada» . En este sentido, Rubiales consideraba que la sanción debería ser, en el peor de los casos, de un apercibimiento, multa o inhabilitación de tres o de seis meses. En su alegato, el ex presidente de la RFEF denunció la «permeabilidad» e «influencia» por parte de la presión mediática y los poderes políticos del TAD, y anunció que le estarían «sirviendo en bandeja» acudir a la jurisdicción penal «en caso de que se consume una sanción por estos hechos». Una decisión que podrá tomar tras conocer este viernes la resolución del TAD al expediente abierto contra él. «Demagogia brutal» y «linchamiento» Asimismo, Rubiales lamentó que hubiera una « teatralización bestial », una «demagogia brutal» y un «linchamiento» en su caso, y consideró la «coincidencia caprichosa» en el número de su expediente, el 155, con el artículo de la Constitución que aplicó el Gobierno en 2017 en Cataluña, tras la declaración de independencia por parte del Parlament. En sus alegaciones, el expresidente de la RFEF, además, censuró y calificó como «gravísima» la filtración «malintencionada» de la propuesta de sanción de 3 años por algún miembro del TAD a la prensa, generándole «un juicio público paralelo» y una «total indefensión». Aunque Rubiales admitió que el gesto de tocarse los genitales en el palco fue « soez , inapropiado y ordinario », reiteró que iba dirigid o al entonces seleccionador nacional, Jorge Vilda , y subrayó que ni dicho gesto ni el del beso a Jenni Hermoso fueron «contrarios a la dignidad y decoro deportivos». El beso, un gesto «mutuo» y «espontáneo» Confesó que debió omitir el beso a Hermoso , aunque volvió a insistir en que fue un gesto «mutuo» y «espontáneo» por la alegría inmensa de acabar de ganar el primer Mundial femenino de fútbol de la historia, así como que no tuvo incidencia alguna en la competición deportiva y no puede sancionarse «con la ley en la mano». Este expediente del TAD es independiente del que resolvió en su día la FIFA, que impuso a Luis Rubiales 3 años de inhabilitación, el cual discurre de forma paralela y aún puede ser modificado en vía de recurso.
