Una Real, cuatro pilares: los secretos de un modelo que encandila al mundo
El planeta fútbol posa sus ojos en la Real Sociedad . Sus éxitos sobre el terreno de juego reflejan las bondades de un proyecto que crece a ritmo vertiginoso, pero sin perder el equilibrio. Se ilusiona la tribu 'txuri-urdin' con el futuro, pues ahora mismo no hay en la Liga más alternativa que ellos a Barcelona y Real Madrid, justo los dos colosos a los que debía medirse esta semana grande y a los que ya tuteó en la década de los ochenta del siglo pasado. Ante los azulgranas, el miércoles, se dejó su racha de nueve victorias consecutivas -la mejor de sus 113 años de historia- tras caer en los cuartos de final de la Copa del Rey (1-0) después de jugar más de medio partido con un jugador menos por la expulsión de Brais. Frente a los blancos dirime hoy en el Bernabéu la madurez de su apuesta en el torneo de la regularidad. Una victoria ante los de Ancelotti los dejaría con los mismos puntos en la tabla. A partir de ahí, soñar es gratis. Lo de la Real no es flor de un día. Ya son tres temporadas entre los seis mejores del campeonato y sacando el pasaporte para viajar por Europa. A ello se suma el título de Copa conquistado en 2021, el primero en 34 años, y los buenos resultados tanto del Sanse como del femenino. Todo ello, envuelto en el buen sabor de boca que dejó la profunda remodelación de Anoeta, un estadio de aspecto desangelado convertido ahora en una bombonera. La imagen es de club serio, y toca poner nombre y cara a los responsables. Jokin Aperribay , presidente desde 2008, cuando se hizo cargo con el equipo en Segunda, es el principal ideólogo. Y Roberto Olabe , su director de fútbol, el encargado de definir y distribuir los recursos en un proyecto que se sustenta en cuatro pilares y en el que no solo importa el fútbol. «Nos basamos en un modelo de identidad muy asumido por todos los que formamos el club», explica Olabe a ABC. «Somos parte de un entorno sociopolítico y afectivo con unos valores muy marcados, que nosotros tratamos de vincular a la práctica deportiva». Ese sentido de pertenencia a una comunidad cala en los jugadores. «El club del que nadie quiere irse», titulaba 'The Times' hace pocos días un reportaje sobre el buen momento del equipo guipuzcoano, en el que la media de permanencia es de siete temporadas. «A partir de ahí, con nuestra historia y nuestra gente, se instaura un modelo de gestión duradero, eficiente y sostenible y un modelo de desarrollo que consiste en formar y firmar», continúa Olabe. «Nosotros creemos que cuanto mejor formemos menos tendremos que firmar, pero el fin último es ser competitivos. Fichamos lo que no somos capaces de desarrollar». El área de reclutamiento y selección es uno de los que más se ha potenciado en los últimos años. Se intenta detectar a jugadores de un perfil determinado e imaginar, más allá de su rendimiento, su encaje en el modelo. Brais, Kubo, Momo Cho, David Silva, Isak, Mikel Merino... Los aciertos de la dirección deportiva en las contrataciones de los últimos años son incuestionables y vienen, en gran medida, por el cambio de mentalidad, en el empeño de pujar por jugadores de primer nivel y convertirse en un equipo atractivo para ellos. «No queremos parecernos al Ajax o al Borussia Dortmund, queremos ser la Real Sociedad», reivindica Olabe. «Y creemos que todavía tenemos margen de mejora». La otra obligación autoimpuesta es apostar por la cantera, también con estilo propio. En la Real son formadores por vocación. «En nuestro itinerario no solo nos centramos en lo físico, lo técnico y lo táctico», dice el director de fútbol. «Le damos también mucha importancia a lo emocional. Queremos que los chavales jueguen al fútbol, pero sabemos que muy pocos, apenas un diez por ciento, van a llegar a la élite. El resto, que nos ayuda a conseguir el resultado final, queremos que formen parte después de ese tejido social con valores compartidos». «La Real trabaja muy bien la cantera», coincide Álex Remiro , guardameta titular del primer equipo, dos años y medio en el club, al que llegó desde el Athletic. «Si los chavales tienen talento, ganas de trabajar y una actitud que les ayude a mejorar, aquí se les da la oportunidad. Casualidad ya digo yo que no es. Además, tenemos un entrenador que no se corta un pelo». Aparece en escena Imanol Alguacil , porque la última pata del modelo pasa por el estilo de juego, y ahí es donde alcanza una importancia capital la figura del técnico, que llegó como bombero y se ha convertido en uno de los principales atractivos del club. «Un tío muy normal», en palabras de Remiro, que es igual de aclamado que las grandes figuras sobre el césped después de cinco temporadas y media al frente de la nave. Aún resuena en La Cartuja su fogosa celebración del título copero de hace dos años. «Ha tenido una evolución admirable», repasa Olabe. «Representa todos esos valores de los que hablamos». MÁS INFORMACIÓN noticia No Dembélé vuelve a las andadas: nueva lesión muscular ante el Girona noticia No Horario y dónde ver en directo el sorteo de las semifinales de Copa del Rey 2023 Tercera en la Liga, clasificada para los octavos de final de la Europa League y con el pase a la próxima edición de la Champions encarrilado, la Real aún no quiere tocar techo.