Las dudas defensivas lastran al campeón
Cuando el Real Madrid comenzó la temporada pasada sin Sergio Ramos y Varane, dos centrales fundamentales en la ilustre historia reciente del club, se intuían tiempos convulsos en la zaga blanca. Sin embargo, con la sorprendente e inesperada irrupción de Éder Militao y el fichaje de David Alaba, un equipo tan ofensivo como el de Carlo Ancelotti encontró dos hombres fiables, capaces de defender tanto a campo abierto como en repliegue. En consecuencia a un ataque brillante y a la estabilidad defensiva del binomio Militao-Alaba (junto al estelar Courtois, un seguro Carvajal y el guadiansesco Mendy), el Madrid levantó la Liga y la Champions. Pero en esta campaña, el vigente campeón nacional es un mar de dudas en su propio campo. Como evidenció la derrota en La Cerámica ante un gran Villarreal, los de Ancelotti, coralmente, sufren sobremanera ante diversos entramados ofensivos. Cómodo como acostumbra en el bloque bajo, el Real Madrid se derrumbó en las transiciones ofensivas veloces al perder el balón en campo rival, fue incapaz de superar asiduamente la primera línea de presión de los de Setién y perdió infinidad de duelos individuales. La victoria amarilla fue una consecuencia lógica ante un equipo con mil errores en su zaga por enésima ocasión en el presente curso. Porque, salvo en los encuentros ante Elche, Getafe y Valladolid -tres equipos donde el gol no está entre sus principales virtudes-, el Real Madrid ha encajado en sus trece partidos restantes de LaLiga; un dato que entra en conflicto con su principal rival por el título liguero: antes del partido ante el Atlético, el Barcelona mantuvo a cero su portería en once partidos en la competición. Asimismo, con 16 goles en contra, a semejanza del Mallorca (décimo clasificado), el conjunto blanco presenta una imagen defensiva que no se puede explicar solamente desde un prisma colectivo. Conflictos individuales Pese a que futbolistas como Courtois y Militao están firmando una temporada cuanto menos correcta, el resto de sus compañeros en la zaga no están compitiendo a su nivel habitual. Por ejemplo, Alaba, tras un óptimo año de debut en la capital, vive momentos de inseguridad, principalmente, en el uno contra uno y en la defensa a la espalda. Además, su talón de Aquiles como central siempre fue el fútbol aéreo, un elemento del juego en el que constantemente está en desventaja frente a delanteros referencia. Quizá por ello el club fichó a Antonio Rudiger, un defensor contundente que, a pesar de haber disputado varios buenos partidos, aún no ha brillado en el Santiago Bernabéu (su juego de pies todavía no le permite ser indiscutible para el entrenador italiano). Mientras tanto el alemán es el tercer central, opacando casi por completo a Nacho Fernández y a Vallejo. Noticia Relacionada villarreal-real madrid estandar No Dos manos polémicas y un reglamento que pone en duda la de Alaba Rubén Cañizares Ancelotti dice que no hubiera pitado los penaltis, y Setién prefiere alabar el juego de su equipo Aunque el principal problema que tienen los blancos nace en los laterales. En la derecha, Carvajal está en una de esas etapas de continua discontinuidad física; y en la izquierda, Ferland Mendy protagoniza una amplia amalgama de errores defensivos y ofensivos que quizá inciten al club a buscar un recambio en el futuro próximo.